jueves, 9 de mayo de 2019

ESPINAS Y FLOR


Cada vez que se regalan flores, se genera una emoción especial aunque efímera como las mismas flores. La verdad no he sido hombre de regalar flores, tal vez sí de una sola y significativa flor. Esto me ha costado algunos comentarios de mi esposa; pero debo decir con respeto, que ni en vida ni en muerte son para mí.
Hay muchas, todas dentro de sus particularidades hermosas y nada más especial, que ver como Dios las ha puesto en la naturaleza. Tal vez para mi pierden su encanto por que muchas de las que se consiguen en el comercio son producto de un cultivo y no del que la creó.
Las rosas tienen algo especial, pero no más que cualquier florecilla silvestre que crece en la adversidad del clima. A pesar de la textura de sus pétalos, también tiene las espinas y en esto se basa la reflexión de hoy.
No dudo que si usted es admirador de las rosas, le ha dado gracias a Dios por crearas; su color, la suavidad de sus pétalos o la armonía entre ellos; pero alguna vez lo hizo por sus espinas?.
Cuando todas las cosas fluyen en la vida estamos en modo flor; pero cuando sentimos la formación a través de las pruebas lo hacemos en modo espina. Cuántas veces usted le ha dado gracias por esto al Señor; es usted persona de gratitud solo en modo flor?.
Por estos días he sentido un dolor intenso y persistente en la pierna izquierda; va desde la pelvis hasta el tobillo. Soy y gracias a Dios persona de caminar y caminar; prefiero caminar o montar en bici a cualquier otro medio de locomoción; me gozo en el privilegio de hacerlo mientras Dios me preste las piernas.
En el día tolero el dolor y hasta lo olvido por la actividad; pero en la noche y buscando el sueño me hace recordar que ahí está. Lo interesante de todo esto es haberme encontrado sin pedirle a Dios por sanidad; sino que he podido darle gracias a Dios por permitirlo.
Tengo la seguridad de que lo ha permitido por algo, por formación o por disciplina y en cualquiera de los dos casos: “Gracias”. Si es por la primera, sin duda está buscando alguien mejor de mí y si es por la segunda, es aquí donde siento más Su amor que en la sanidad misma “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Corintios 12:19).

Me considero el peor de los hijitos del Señor, esa ovejita negra que necesita ser tratada y en la que Él ha tenido que emplear sus horas extras. Que pena reconocerlo; pero es ahí donde veo el amor de mi Señor.
El modo flor es lindo, cómodo y nos estimula; pero el modo espina es aquel en el que Dios muestra el verdadero amor!
REFLEXIÓN: Que la hermosura de la flor, no nos prive de la espina de la formación!
REFLEXIONAR SALVA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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