El tema que nos ocupa hoy muestra dos
versiones de un asunto definitivo en la vida de cualquier ser humano. Saber su futuro
es algo que ataña a todos y acerca del cual cada uno tiene su versión
dependiendo de su contexto cultural, económico o religioso.
El famoso dramaturgo y prácticamente
padre de la literatura inglesa William Shakespeare, en su famosa obra Hamlet, expresa
claramente el sentir del hombre basado en su humanismo imperante.
Si del hombre dependiera su futuro
eterno, estaría perdido y como humano que es sólo puede irradiar humanismo y
como humanista que es, no pasa de ser finito y sin proyección. Esperamos que
haya entendido ésta frase que prácticamente separa al hombre de la perspectiva
de Dios.
En ésta tragedia emplea frases
célebres y orientadas a manifestar eso, una tragedia. Frases como "Sabemos lo que
somos; pero no lo que podemos ser". No puede existir panorama más triste frente a
una realidad desconocida para él y lo confirma en otra que dice “si vivo pierdo y si
muero pierdo”.
Queremos
invitarlo a reflexionar
sobre esta realidad, que
contrasta con las maravillosas palabras de apóstol Pablo “Porque
para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne
resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de
ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con
Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por
causa de vosotros“(Filipenses
1:21-24).
Es
evidente el abismo que hay entre el incrédulo y el creyente, entre las palabras
de Shakespeare y las de Pablo, la diferencia la hace un pequeño nombre; pero de
unas proporciones inimaginables: Cristo! .
Es
todo un reto asumir una posición frente a la gran diferencia de estas
expresiones, que no dejan ver más que lo que habita en cada uno de los que las
dicen. Desesperanza o esperanza, desconsuelo o consuelo; suena elemental, pero
así mismo de elemental es la diferencia entre la vida y la muerte.
Ésta
semana acompañaba a unos cercanos en la despedida de uno de ellos, un gran
amigo y compinche en las luchas propias de la vida. Desafortunadamente para
ellos no hay más que una ruptura, una partida, una triste sensación soledad e
incertidumbre.
Es
aquí, donde tomar una decisión hace la diferencia, es aquí, donde usted puede
optar por estar perdido o estar con Dios por la eternidad.
REFLEXIÓN:
Una más del mismo autor; pero que aplica aquí, ser o no ser esa es la cuestión!
REFLEXIONAR SALVA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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