jueves, 10 de enero de 2019

NO LO SON


En el relato que nos plantea el Señor en el libro de Jeremías, nos encontramos con otra prueba palpable de lo proclive que es el ser humano al mal y no al bien. En alguna reflexión comentamos cómo desde su tierna edad, el hombre muestra su rebeldía a  través de pataletas de bebé.
Dios ha mostrado a lo largo de la historia un trato especial con el pueblo judío. Mucho más allá de una predilección por este pueblo, que Él mismo apartó desde los comienzos de la humanidad.
Llamó a Abraham a un lado y sabiéndolo hombre con un corazón dispuesto, le hizo la propuesta más descabellada  a los ojos de cualquiera en esta comunidad en Ur. Este era un asentamiento en tierra de los caldeos y por supuesto con todo su trasfondo pagano.
Conocemos la clase de pueblo que era el caldeo y sabemos que adoraban a todo menos al Creador. Sacrificaban niños como parte de sus ritos y hacían toda clase de sacrificios abominables a Dios.
Sólo Dios, que tiene la lectura clara de los corazones podía escoger un hombre de allí. Él sabía la condición especial de Abram en ese entonces y que en éste desarrollaría a un nuevo hombre de nombre Abraham, que se encargaría de esparcir su mensaje de fe.
Hoy éste hombre es considerado el padre de esa fe suya y mía apreciado lector, de ahí la importancia de contemplarle en nuestra vida espiritual. No para venerarlo, sino para tenerlo como ejemplo de algo que nos da Dios y que en muchos casos es rechazado: La Fe.
Pero el tema que nos ocupa, habla de que al hombre le es más fácil apartarse de Dios que acercarse ¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha.” (Jeremías 2:11).

Se evidencia en un pueblo, que como mencionamos antes, ha sido objeto de todos los cuidados posibles de parte de Dios. Los salvó del hambre, los rescató de Egipto, los llevó a la tierra prometida, los salvo de sus muchos enemigos y todavía los cuida.
Pero en lo que tiene que ver con los pueblos diferentes al judío y objeto del pacto nuevo en Cristo, podemos decir algo similar. Es cierto que por muchos siglos, el mensaje de la fe ha estado en manos de blasfemos que niegan la existencia de Dios o de religiosos que buscan más sus propios intereses.
Como lo dice el verso, acaso vemos como algo normal que la gente tenga la tendencia de buscar de Dios por su propia iniciativa?  No, es triste pero sus corazones parecen hechos de un material totalmente diferente al de Abraham.
Cuánta gente se pierde día a día tras las cosas que no aprovechan, siguen “trocando” la gloria que sólo está en Dios por lo que no vale la pena y lo que no salva. Les es más cómodo albergar un ídolo en casa y limpiarle cada día el polvo, que abrir las poderosas páginas de la Biblia para ver la verdad.
Dios ha hecho todo lo posible para mostrar su Gloria, usted ya la conoce?
REFLEXIÓN: La comodidad ha matado a muchos físicamente, que no lo mate espiritualmente a usted!
REFLEXIÓN QUE  CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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