martes, 27 de noviembre de 2018

PREFIEREN


Cuando se mira objetivamente el mundo que nos rodea, se tienen dos opciones, mantenerse al margen esperando uno mejor como lo ofrece el Señor en la Biblia o simplemente conformándose a lo que hay.
Son muchos los que prefieren ignorar a Dios y su indiscutible presencia entre nosotros, en vez de aceptarle y vivir dentro de sus parámetros. Su vida se convierte en una constante búsqueda de logros efímeros como la neblina descrita en la Palabra.
Esto sin saber siquiera si mañana estarán, planean, proyectan un nivel de vida que a veces los lleva a atropellar su prójimo. Las posesiones materiales están de primeras en su lista de prioridades, luego el poder; pero para lograrlo renuncian a lo único realmente valioso en un ser humano “Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios” (Juan 12:42,43).
Qué habrá para esta clase de personas nos preguntamos; tristeza y un inmenso sentimiento de frustración al haber mal gastado la vida detrás de algo que no pasó de ser un espejismo; esto no lo decimos nosotros, lo describe claramente la Biblia.
Esta es una verdad que está disponible para todos los que quieran leerla, no ha sido vedada o reservada sólo para algunos como ocurría en la antigüedad. Estaba oculta hasta para los mismos religiosos y de ahí la Reforma de Lutero.
Éste hombre fue un instrumento de Dios, utilizado para empezar un movimiento que tiene los resultados que hoy vemos. Muchos pueblos, lenguas y naciones conocen de Dios y Su plan en Cristo.
No obstante y al igual que los hombres del verso de ésta reflexión, hay muchos que en la actualidad y por diversas razones o presión llámese social, familiar, política o simplemente una decisión, se convierten en agentes secretos en el mejor de los casos o niegan a Cristo.
No es fácil y ahí está el meollo del asunto, me declaro seguidor de Cristo o simplemente lo niego poniendo en juego mi futuro terrenal y eterno. Absolutamente todos estamos frente a esta decisión, todos debemos responder por nuestros actos  y no sabemos qué tenga Dios para esos agentes secretos.
Desde el ser más ignorado hasta el político más influyente, todos tenemos una responsabilidad ineludible. Que sea el mismo Dios, ayudándole a tomar la mejor decisión y que usted tenga la capacidad de renunciar a un bienestar efímero por una eternidad esplendida con Dios.
REFLEXIÓN: El día de hoy terminará mañana, pero el mañana con Dios o sin Él nunca!

REFLEXIÓN QUE  CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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