jueves, 3 de diciembre de 2015

ÉL SI PUEDE



“Porque nada hay imposible para Dios.” (Lucas 1:37)


Cuando el hombre común pretende algo para su vida  desde lo más elemental hasta lo complejo y una vez agotados sus recursos, debe recurrir a otro.  Cualquiera de estas gestiones de palabra o de forma escrita está supeditada a una respuesta que puede ser positiva o negativa.


Todo está sujeto a una aprobación por requisitos, decisiones o lo más importante por la capacidad para hacerlo posible o no. En muchos casos la respuesta es positiva, pero si no hay los recursos económicos o de alcance no es posible.


Esto en el campo de lo puramente humano, pero cuando hablamos de las peticiones que llevamos a Dios todo es posible. Para el Señor no existe proyecto utópico o fuera de Su alcance.


El único requisito es que estemos en Su voluntad y en Su tiempo. No podemos pretender que un Dios descrito en la Biblia como tres veces santo, pueda dar luz verde a algo cuando andamos en pecado (Apocalipsis 4:8).


El no robar o matar y que son mandamientos claros en la Biblia, no quiere decir que no estemos fallando en otras áreas.


De ahí la importancia de hacer frecuentemente una evaluación de nuestra condición de creyentes y ver qué pendientes tenemos. Existen muchas formas de pecado de las que no somos siquiera  conscientes y otras que son deliberadamente ocultas y por estas dos debemos clamar de manera especial.


Debe quedar muy claro que los creyentes tenemos un Señor en quien podemos confiar incondicionalmente y por su condición de Todopoderoso; nada está fuera de su alcance y su presencia ha estado, está y estará con nosotros por la eternidad.


El verso de hoy es muy breve, pero de un alcance increíble; la invitación es a tener esto presente, por que así como Dios permite cosas buenas para nosotros en Su voluntad, también lo hace con otras difíciles para disciplinarnos y formarnos.


PREGUNTA: Necesita usted algo fuera del alcance de Dios?


REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


¡SI EN ALGO LE HA ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!