“Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo
que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios” (2 Corintios 9:12)
En Dios la vida del hombre debe estar enmarcada
en un constante agradecimiento. Son tantos los favores recibidos en cada
día y tan poca nuestra gratitud, que no tenemos cara para pedir más y sin
embargo lo hacemos.
Cuando los primeros colonos europeos
llegaron al continente americano, lo hicieron a una tierra inexplorada, rica e inhóspita.
Se trataba de peregrinos cristianos que huían de la persecución religiosa en Europa.
El sólo hecho de haberse librado de la
cárcel o la muerte ya era una bendición para ellos. Tierra y cielos nuevos en
los que podían estudiar, orar y vivir lo que les ensañaba la Biblia con libertad.
Como bendición no quisieron quedarse
allí; decidieron ser agradecidos más allá de sus oraciones al Señor y expresarlo
con una cena. No teniendo más a mano, tuvieron que hacer del pavo el ingrediente principal de la comida y así ha trascendido hasta hoy.
El problema radica en que ésta bien
intencionada cena, ya no tiene el sentido original de la misma. El tercer jueves de cada
noviembre se celebra el día de “Acción de Gracias” y se sigue llamando así, pero esto se ha convertido en un negocio multimillonario.
En sólo Estados Unidos se vende algo así
como 280 millones de pavos para esta celebración y aunque sólo el 88% de la
población lo hace, esto va acompañado de las ganancias que suman aerolíneas, hoteles, trenes, autobuses, tiendas,
gasolineras y otros.
La pregunta obligada es: Está todo esto orientado a agradecer a
Dios?. Tristemente lo que fue una acción de gratitud sincera, se ha convertido en una
tradición de “paseo y comida”.
En un día como éste se hace un 70% más de llamadas de incendio a los bomberos por lo que implica el proceso de cocción del pavo y el día viernes siguiente, algo así como un 60% más de llamadas para solicitar el trabajo de los plomeros.
En un día como éste se hace un 70% más de llamadas de incendio a los bomberos por lo que implica el proceso de cocción del pavo y el día viernes siguiente, algo así como un 60% más de llamadas para solicitar el trabajo de los plomeros.
Para el norteamericano promedio, este
es el festivo más importante del año incluida la navidad y que desplaza a millones
para reunirse con sus familias.
El asunto no para allí; el viernes anterior a hoy, se publicó un artículo en un periódico del sur de la Florida, en el que se muestra como sigue migrando el sano sentido de este acto de gratitud de los colonos y ahora se ha convertido en tradición de “comprar”.
El asunto no para allí; el viernes anterior a hoy, se publicó un artículo en un periódico del sur de la Florida, en el que se muestra como sigue migrando el sano sentido de este acto de gratitud de los colonos y ahora se ha convertido en tradición de “comprar”.
El llamado viernes negro seguido al jueves
de acción de gracias, es ahora un evento más esperado que el mismo
jueves. Es allí donde la gente se provee de mercancías para los regalos de la
navidad cercana o para sus negocios y en unas condiciones absurdas.
No acaban de dar gracias el día anterior y ya se están peleando a puñetasos por las ofertas de las tiendas. Lo cierto es que en esta celebración ya no se agradece nada y por el contrario se desperdicia la comida y los recursos que otros no tienen.
Que nuestra gratitud como hijos de Dios, no se quede para un solo día, en una comida o en unas compras, que sea legítima en nuestros corazones y en cada momento.
No acaban de dar gracias el día anterior y ya se están peleando a puñetasos por las ofertas de las tiendas. Lo cierto es que en esta celebración ya no se agradece nada y por el contrario se desperdicia la comida y los recursos que otros no tienen.
Que nuestra gratitud como hijos de Dios, no se quede para un solo día, en una comida o en unas compras, que sea legítima en nuestros corazones y en cada momento.
PREGUNTA: Tiene usted algún día
especial para agradecer a Dios?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
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