“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre
que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público” (Mateo 6:6)
Dentro de las actividades difíciles en
la vida cristiana encontramos la
oración. Dios en su Palabra nos invita a hacerlo en la mañana y como dice el
verso de hoy a puerta cerrada. Conocedor de todas las cosas que se pueden
presentar, nos da esta recomendación que
como siempre es mejor tenerla en cuenta.
En otro horario es complejo ya que el
teléfono timbra, el niño se cae, el perro ladra, algo pasa en la oficina, la
vecina llama a la puerta o algo se quema en la cocina. Cualquiera de estas y
muchas otras se traducen en sofismas de distracción que son propios de la vida
moderna que nos absorbe.
Una vez conseguimos cerrar la puerta,
nuestro pensamiento tiende a divagar involuntariamente en cualquiera de estas opciones
y por más que busquemos centrar nuestra atención en esa anhelada charla con el
Señor es difícil lograrlo.
Si en condiciones normales de vida es
complicado, en un proceso de prueba es aún más difícil, pues uno se resiste a doblar
rodilla y fácilmente lo deja. Nos sentimos tan abatidos e impotentes, que
nuestra tendencia es a poner a Dios al mismo nivel de nosotros olvidando que
para Él no hay imposibles.
Una vez más vemos la sabiduría en las
instrucciones que el Señor da a su pueblo y por cotidianas que parezcan hay que
acatarlas. El hombre siempre ha querido hacer las cosas a su modo y no al de
Dios.
Si logramos sacar adelante principios elementales
como buscar comunicarnos con el Creador, tendremos la posibilidad de obedecer frente
a eventos de más dificultad. Cuando hablamos de elementales, no queremos subestimar
la oración, sino que hablamos de la forma de hacerla (Santiago
5:16) y bien sabido es que Dios nos invita a hacerlo continuamente (1 Tesalonicenses 5:17) otorgándole un poder impensable para nosotros.
PREGUNTA: Algo se le está quemando?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
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