“El hombre
malo, el hombre depravado, es el que anda en perversidad de boca; que
guiña los ojos, que habla con los pies, que hace señas con los dedos. Perversidades
hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo” (Proverbios
6:12-14)
Mirando la sociedad de hoy y si la
comparamos con la de 60 años atrás, nos encontramos con un destape a todo
nivel. No sólo la ropa de las mujeres es más liviana y exhibicionista, sino que
todas las formas de vida han entrado en una falta de pudor, respeto o vergüenza
nunca visto antes.
El adulterio o la fornicación ya no se
llevan en la clandestinidad y los moteles que se prestaban para estas prácticas
van hacia la quiebra; simplemente se tiene un apartamento con una vida paralela
o se propicia desde la misma casa cuando se recibe a la pareja de los hijos en
sus habitaciones.
El corrupto ya no hace el giño de ojo
o las señas con los pies como lo describe la Biblia, sino que pide abiertamente
su mordida y muchas veces hasta está respaldada por los vacíos de las leyes del hombre. El que extorsiona ya no manda una
carta con letras de una revista, sino que se presenta en persona con un arma y
amenaza abiertamente.
La palabra de Dios es denunciada como
algo retrógrada y fuera de contexto por los que en ella misma son mostrados
como pecadores y lo hacen argumentando que estamos en una sociedad que ha
evolucionado, que es pluralista y que defiende a las minorías.
Obviamente son éstas mismas minorías
que condena la Palabra por su pecado, pero cuyos tentáculos han llegado a la
presidencia de multinacionales o el gobierno, al congreso y a entes influyentes
con el propósito de legalizar sus aberrantes formas de vida.
No tenemos siquiera que enumerar el
triste listado de hombres y mujeres con sus posiciones antinaturales (homosexuales,
lesbianas y otros), que hundidos en su degradación pretenden que el mundo les dé
un espacio, cuando frente a Dios no lo tienen, no lo tendrán y recibirán lo que
merecen.
El mundo de hoy está descrito en la
Biblia y es algo que ya estaba previsto por el Señor, sin embargo es un tema de
orar por los perdidos y el pronto regreso de Cristo igualmente previsto para
llevar Su iglesia.
PREGUNTA: Cree usted que todavía hay
algo en la clandestinidad hoy?
REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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