“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda
potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id,
y haced discípulos a todas las naciones,…enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo. Amén” (Mateo 18:18-20)
Hoy
conversaba con don Libardo (el peluquero), a quien visito regularmente y quiero
compartir esto que aunque parezca intrascendente, puede significar la
diferencia entre la vida y la muerte de un alma.
La conversación giraba en
torno a lo importante de la vida y fue una linda oportunidad de contarle sobre
el propósito de Dios para el hombre.
Él
empezó a preguntar y yo a responder a la luz de la Biblia una cantidad de inquietudes,
en las que dejaba ver su necesidad de entender el mensaje de Dios. Comentamos el
alejamiento del que ha sido objeto la humanidad por siglos, de una verdad tan sencilla como compleja y que
en momentos se torna esquiva, la verdad de Dios; pero que siempre ha estado ahí.
Tengo
varios meses de visitarlo y nunca estuvo tan dispuesto a escuchar como hoy. En
varias ocasiones trate de compartirle de Cristo y siempre respondió con
afirmaciones o negaciones; pero al fin y al cabo evasivas que no permitían el fluir
del mensaje.
No
escapó de esta obviamente el mal testimonio que dan algunos, que llamándose
creyentes enlodan el nombre de Cristo y son los encargados de alejar aún más a
los escépticos o religiosos. “La Biblia afirma que por sus frutos los conocerán”
le dije, y esto bastó para que él mismo dijera que no son siervos de Cristo.
La
Palabra de Dios no necesita que le ayudemos o cojamos del cuello a la gente para
que crean, ella habla sola. El miedo no es, ni ha sido el estilo de Dios para
llevar a nadie al camino, es sólo cuestión de mostrarla con la sencillez que la
caracteriza.
Lo
interesante de todo es que la propietaria de la peluquería es una creyente bastante
juiciosa, sin embargo Dios sólo abrirá la puerta en su tiempo, lugar y con el
instrumento que Él quiera usar.
Dios
tiene un plan para cada uno como lo tuvo con usted o conmigo, es sólo estar
dispuestos para compartir al que Él disponga para recibir!
PREGUNTA:
Ya le compartió usted a alguien hoy?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
ENRIQUECIDO ESTA REFLEXIÓN, NO OLVIDE COMPARTIRLA!