“Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:28)
Cuando
en el mundo se habla de fidelidad, normalmente se piensa en el matrimonio, sin
embargo existen muchas clases de fidelidad, sólo que lograrla es muy difícil.
Podríamos hablar de lealtad, confianza, honestidad, firmeza, gratitud y otros
apelativos que implican un solo resultado: Fidelidad.
Existe
fidelidad frente al amigo, el hermano, la novia, el esposo, el jefe, la
empresa, el estudio, la patria, los
padres, y en cada aspecto de la vida del ser humano, podemos ver involucrado
algo que sólo representa estar incondicionalmente con algo o con alguien.
La
Biblia es muy clara en lo que tiene que ver con esta que podríamos llamar una virtud.
En lo referente al matrimonio, la fidelidad comienza por el pensamiento y no
sólo por las acciones, pues no hace falta tocar una persona diferente al esposo/a
para ser infiel (adultera/o).
Pero
hay algo más importante en lo que tiene que ver con el adulterio y es la parte
espiritual. Cuando nos entregamos a seguir los dioses del mundo como el dinero,
los títulos, las posesiones y otros, estamos siendo infieles al poner algo o
alguien por delante de Dios y la la Biblia describe esto como fornicación.
Cualquiera
de estas facetas de la infidelidad, adulterio o fornicación, ya tiene su
recompensa de parte de Dios y de ahí la importancia de mantener primeramente a Dios
en el corazón y en la vida diaria.
No
es fácil y precisamente el problema viene de allí, del corazón, pues no hay
nada más engañoso en el hombre y por eso se habla de que: “Sobre toda cosa guardada,
guarda tu corazón; porque
de él mana la vida” (Proverbios 4:23). Tal
vez usted nunca vio su relación con Dios como un problema de “infidelidad” y lo
invitamos a evaluar qué tanto lo ha sido. La próxima vez que nos pregunten si
hemos sido infieles y especialmente con Él, ya no seremos tan ligeros al
responder.
PREGUNTA:
Qué tan infiel ha sido usted?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
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