“…Hubo también
falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que
introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor…..,
por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado,… Dios no
perdonó a los ángeles que pecaron,…sabe el Señor librar a los piadosos, y
reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;…” (Pedro
2:1-10)
“El infierno no es más que una metáfora del
alma aislada, que al igual que todas las almas en última instancia, están
unidos en amor con Dios. Al igual que la fábula de Adán y Eva, vemos el
infierno como un recurso literario”.
Con declaraciones como esta y otras de
la misma gravedad, la religión tradicional en cabeza de su líder, confirma su alejamiento
de la verdad bíblica. No están lejos de afirmar que la Biblia no es la palabra revelada
de Dios; y si desvirtúan una verdad absoluta como el infierno, no será difícil negar
el sacrifico de Cristo en la cruz, la Trinidad de Dios, Padre, Hijo y Espíritu
Santo o el evento que nos condenó en Adán y Eva.
Lo peor de esto, no es la demostración
de un credo totalmente separado de Dios, pues esto es bíblico también; sino
propiciar la condenación sistemática de los millones de almas que les siguen y
alejarlos de una verdad que los afectará por la eternidad. Instrumentos del mal,
que le restan importancia a la salvación provista por Dios Padre en su hijo
Jesucristo.
Sólo cuando el hombre es consiente de
la necesidad de perdón busca a Dios, así como se busca el alimento frente al
hambre. Nadie se va a acercar a Él por iniciativa propia en el ocupado mundo de
vanidades que vive y menos cuando dirigentes religiosos niegan su inminente perdición.
Los sofismas de distracción son variados para pobres o ricos: estudio, trabajo,
familia, éxito, exceso de posesiones materiales o la misma miseria.
No condenamos una vida bien llevada mientras
estemos en este mundo; pero cuando dejamos a Dios de lado y sus enseñanzas,
estamos abriendo la puerta a un futuro que no sólo implicará unos años; sino el
resto de la eternidad en el infierno que subestiman.
Vale la pena leer el artículo sobre
estas declaraciones y ver la complacencia con acciones aberrantes como la
homosexualidad o el aborto. No juzgamos; pero tampoco podemos pasar por alto lo
que se considera anatema (maldición) a la luz de la Palabra “Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare
otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.” (Gálatas 1:8). Consideramos
nuestra responsabilidad como ministerio bíblico, dar una voz de “alerta” por
esta vía; para que cada lector adopte una posición seria a la luz de la Palabra,
frente a un paso más en la conformación del mundo de los últimos días.
PREGUNTA: Sigue usted creyendo más a los
hombres que a Dios y la Biblia?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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