martes, 11 de febrero de 2014

VALORAR



Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra,  pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno” (Marcos 4:18-20)

Cuando una persona no conoce de Cristo, no tiene la capacidad de sopesar las implicaciones que esto tiene. Caso contrario al del creyente que llega un día a los pies de Jesús y empieza a disfrutar de este cambio. Lo siente, lo vive, lo comparte; pero sólo es un tiempo después cuando empieza realmente a dimensionar su significado.


En primera instancia todo se ve colmado por “el primer amor” con Dios. Es impactante ese encontrarse con un mundo nuevo de esperanza, vida, ilusiones, claridad en todo; pero aunque es muy importante y lo ideal sería mantenerlo siempre vivo, en muchos casos no pasa de ser una emoción pasajera.


Leemos en la Palabra que muchos no superan esta etapa tristemente, así como otros no sólo la superan; sino que dan frutos al treinta, sesenta y cien por uno. En la medida en que el creyente crece en gozo, santidad, conocimiento y vida; empieza a dimensionar, valorar y atesorar esa salvación tan preciosa. El Espíritu le da cada vez más conocimiento y en esa misma medida, tiene la oportunidad de agradecer a Dios por algo recibido, sólo por Gracia.


De otra parte, le da convicción sobre lo que era, lo que es y lo que va a ser por la eternidad. Todos hemos sido levantados de la muerte física y espiritual cuando creemos en Cristo. Lo hemos constatado y cómo no estar eternamente agradecidos?. No sólo nos hace consientes de la bendición recibida; sino de la inminente necesidad de que aquellos que nos rodean, también lo hagan.


La importancia de convertirnos en canales de bendición y no en contenedores de la misma; por que hoy conocemos la gran diferencia entre ser creaturas de Dios, y llegar a ser hijos de Dios

PREGUNTA: En qué parte de su escala de valores está la salvación en Cristo?

MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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