jueves, 6 de junio de 2013

CÓMO LLAMARLE?



“…me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero,………que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes” (2 Corintios 12:20)

Cómo podríamos llamar a la falta de transformación en los que consideramos hermanos en la fe?. Somos conscientes de nuestra falta de perfección por Cristianos que seamos; pero qué hay de ese proceso de transformación en el cual debemos trabajar día a día?.

Tal parece que sólo asumimos una condición religiosa cuando recibimos al Señor Jesús como nuestro Salvador, y no entendemos que el Espíritu de Dios viene a morar en nosotros. De lo contrario trataríamos de agradarle y permitirle su trabajo de santificación en nuestras vidas.

Seguimos viviendo de la misma forma, pero con la etiqueta de Cristianos. Odiosos, orgullosos, rencorosos, chismosos, hipócritas y groseros; pero “Cristianos”. Son los roces propios entre humanos; pero que no deberían mencionarse siquiera entre creyentes y menos entre líderes, pastores y ancianos de una congregación. Que falta de fruto Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,  mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.  Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.  No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros (Gálatas 5:22-26).

Es cierto que la religiosidad a la que estábamos acostumbrados en el pasado y el pecado como forma de vida pesa; pero Dios habla de que: “si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Dios es una Persona y no un credo, es alguien que permanece con nosotros todo el tiempo de una forma literal. 24 horas al día, 365 días al año, en sol o lluvia, en sueño o despiertos; Él nos mira y espera genuina transformación. 


PREGUNTA: Ha reconocido usted que Dios le acompaña todo el tiempo?


MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –