“Abraham creyó a Dios,
y le fue contado por justicia, y fue llamado
amigo de Dios” (Santiago
2:23)
Muchas
veces sentimos que no tenemos nada nuevo y bueno que hacer en el día que
comienza. Vemos a los que nos rodean con una meta y nosotros sin nada que tenga
impacto en nosotros y ellos. Sentimos que en vez de redimir el tiempo, lo
estamos perdiendo en cada minuto que se va y no regresa.
Qué
será lo que quiere Dios para mi nos preguntamos. Será tiempo de tomar otras
opciones o perseverar en lo que estamos?. “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”
(Salmo 46:10). Vemos que es tiempo de reconocer quién es el Señor, creerle y
entender que Él es quien tiene el control sobre todo.
Bíblicamente
existe un tiempo en el cual Dios nos quiere quietos y dispuestos a escucharle. Queremos
que las cosas se den en nuestra voluntad y en nuestro tiempo; pero la Palabra
habla de que todo es en el tiempo de Él y en Su voluntad.
Ideas
descabelladas llegan a nuestra mente; pero como los versos que nos guían hoy,
sólo los que descansan, confían y le creen a Dios, son los que pueden llamarse
“amigos de Dios”. Abraham no sabía dónde dormiría mañana o en qué estaría su
futuro y el de los suyos “Jehová había dicho: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra
que te mostraré.” (Génesis 12:1). Te mostraré dijo Dios, nunca dijo te
muestro. Algo en el futuro y debieron ser muchas las mañanas como las
nuestras y en las que se preguntó: Y
ahora qué?
No
avalamos la pereza o la falta de iniciativa, pues el que no provee para su casa
es considerado peor que un incrédulo; pero aunque a veces nos alcance la
inquietud sobre el presente y el futuro, debemos tener en mente que nuestro pasado
y futuro está basado en lo que el señor Jesucristo hizo en la cruz, que nada va
a cambiar esto, que el presente y futuro lo gobierna Dios, y que Él nunca llega
tarde.
Dios
siempre llega a tiempo!
PREGUNTA:
Y usted cómo amaneció hoy?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –