jueves, 7 de febrero de 2013

DEBER O FAVOR



¿Acaso da gracias al siervo porque hizo lo que se le había mandado? Pienso que no. Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos” (Lucas 17:9-10)


En una empresa es el jefe quien espera que los empleados cumplan con los deberes asignados y no estos, a que se les brinde un reconocimiento por hacerlo. En lo que tiene que ver con Dios, pareciera que somos nosotros, Su creación, los esperan Sus favores y el reconocimiento, antes que cumplir con Sus preceptos.

El Señor tiene unos parámetros clara y elementalmente expuestos en la Biblia; a pesar de esto el hombre los infringe y espera aún ser recompensado. La Biblia es un libro escrito con un método altamente didáctico, para que cualquier niño o adulto con un corazón similar pueda entenderlo. dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” (Mateo 18:3)

Cuando un niño es enseñado en los principios bíblicos desde tierna edad, los absorbe como una esponja y llega a ser tan radical en sus apreciaciones con respecto a lo bueno y lo malo delante de Dios, que inclusive habrá de reconvenir a sus mayores frente a cualquier vacilación.

Es solo que los adultos hemos sido tan expuestos al mundo, que nos cuesta asimilar y poner en práctica lo que se nos propone. No es sólo cuestión de leer, entender o aplicar; es más un asunto de interiorizar el gran favor recibido de parte de Dios. Un favor inmerecido, incondicional y por Gracia, que no debe esperar reconocimiento de parte nuestra.

PREGUNTA: Qué tanto le debe Dios a usted?

MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –