“Y a cualquiera
que me niegue delante de los hombres, yo
también le negaré delante
de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 10:33)
Esto
es algo para tenerse en cuenta en cada segundo de nuestra vida. El devocional
de hoy, pretende mostrar la importancia de defender los parámetros de vida que
Dios nos ha dado. Ser padre (sacerdote) de un hogar, implica una gran
responsabilidad delante de Dios. Es indispensable llevar las cuentas muy cortas
con Dios y regularmente hacer un auto examen, cosa remediar aquellas falencias
que todavía habitan en nosotros.
Lo
que hoy vivimos como familia, no es más que parte del proceso de entrenamiento
que Dios nos da y como parte de esta, es importante mostrar respeto por los
demás aún en su equivocada forma de vida; pero mucho más lo es, exigirlo en lo
que tiene que ver con lo que creemos y practicamos.
Es
triste ver como en nuestro entorno cercano (familia y amigos), se practica o se
tolera el pecado como una forma de vida. Nuestro deber es mostrar la
diferencia, si se nos pide ayuda, brindarla con la palabra de Dios como base;
pero nunca entrar a convivir y menos tolerar que se trate de vulnerar nuestro
compromiso con Dios.
Gracias
al Señor como creyentes hemos alcanzado una etapa, en la que le tomamos el
gusto a lo bueno a pesar de nuestra imperfección, a lo que es agradable a Él, y
hoy es tiempo de pararnos como líderes puestos por Dios y decir: “Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a
quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres……….;
pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15)
No
importa a quién debamos dejar de lado en nuestro camino, la prioridad es
obedecer a Dios, si no queremos clasificar dentro de estos: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el
que ama a hijo o hija más que a mí, no
es digno de mí” (Mateo 10:37)
PREGUNTA:
Existe en su vida algo o alguien por delante de Dios?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –