jueves, 14 de junio de 2012

DE DOCTORES A MAL EDUCADOS


Los padres de la década de los 60, en su afán de hacer de sus hijos, algo mejor que lo que fueron ellos; más formados intelectualmente y más competitivos, se dedicaron a hacer de todos estos doctores, licenciados o cualquiera que sea el trasfondo cultural de su país. El objetivo se logró en un gran porcentaje y efectivamente tenemos un campo laboral colmado de estos graduandos; pero sin oportunidades suficientes.
Lo más relevante de todo, es el nivel de inutilidad práctica de estos personajes, que como se creen doctores o licenciados, esperan únicamente ser servidos. Cuidado lavan un plato o pasan una escoba en casa pues no tienen una clara concepción del servicio para el cual fueron formados. Siempre esperan que se les diga “doctor, doctora”; pero se les olvidó la responsabilidad con la familia, la sociedad y sobretodo con Dios  “Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?” (Santiago 4:4)”.  
Prefieren asumir una conducta solitaria y tener un perro al que le pagan hasta colegio, en vez de establecer una relación responsable, en procura de sustentar el principio de la familia. Ignorando que un individuo solitario de estos, es el caldo de cultivo perfecto, para la fornicación, el adulterio, las adicciones, la homosexualidad o cualquier clase de pecado. pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando” (1 Corintios 7:9)
En el mejor de los casos, contraen matrimonio y procrean, pero dedicados a sus trabajos, el evento social, el gimnasio, el golf, y los hijos en las manos de una persona que tuvo menos oportunidades en la vida, y que no está capacitada para formar la siguiente generación.
Generación que es todavía más complicada, pues su falta de parámetros de vida basada en Dios desde generaciones anteriores, se ha constituido en un cúmulo de individuos que miran a los adultos de arriba abajo y con una falta de respeto, como si fueran algo menos que un despojo. Irreverentes, mal educados, respondones, igualados, sin ningún limite, que creen merecerlo todo y para colmo dentro de un sistema de total laxitud en la casa, la escuela, el estado y hasta en la iglesia si es que la hay.
Es apenas obvio que de una generación como esta, no se puede esperar mucho y son los adultos “doctores”, los propiciadores de esta realidad que nos hace pasar de una generación de inútiles a mal educados El hijo necio es pesadumbre de su padre, Y amargura a la que lo dio a luz.” (Proverbios 17:25).
Tremenda responsabilidad les asiste a estos adultos delante de Dios y qué podemos esperar de las generaciones venideras? “instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).
Un mundo que parece gozarse en su condición sin Dios y sin principios, patrocinados por abuelos permisivos y alcahuetas, que quisieran remendar lo hecho en sus hijos con otro remiendo peor en sus nietos “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” (Proverbios 13:24).
Cada día vemos, como se configura más la generación descrita en la Biblia para los últimos tiempos: habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios” (2Timoteo 3:2-4)

PREGUNTA: Y usted piensa seguir sin creer en la Biblia y viviendo sin Dios?

MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –