En la vida laboral,
sabemos que si el jefe da una instrucción a un subalterno, espera ser obedecido
de manera inmediata y si este cumple su encargo, no debe esperar ser
felicitado, pues para esto recibe un salario.
Si por el
contrario, la cumple de manera tardía, parcial, o deja de cumplirla, se expone
a un llamado de atención, a un memorando o al mismo despido. Estas medidas
generan temor y hace que las cosas fluyan; pero este no debe ser el principio.
Cumplir con las funciones del cargo es una responsabilidad inherente al mismo y
no algo adicional. Es más, el jefe no debería estar pendiente de si se llevan a
cabo o no, pues robar no siempre implica meter la mano en el bolsillo de otro;
no cumplir con el trabajo encomendado también lo es.
Pero si esto
ocurre en la vida laboral o familiar, no es diferente en nuestra relación con
Dios. Creemos que como a Él no lo vemos, podemos saltarnos Sus mandamientos sin
consecuencia. Es aquí, donde el Señor espera un sincero deseo de amarlo,
servirle, obedecerle y no ser simplemente unos religiosos.
Dios ha dado
mandamientos claros, que han sido desvirtuados a lo largo de los años en su
esencia y origen. La mayoría los ignora, se llega al punto de pensar que no hay
Dios; pero la realidad es otra y tarde o temprano Él tomará cuentas.
Para
aquellos que le hemos creído a Dios, obedecer, debería ser un compromiso diario
y cada vez de más exigencia. El propósito debe ser agradarle en todo lo que pensamos, hablamos y hacemos.
Se toman con
demasiada laxitud Sus instrucciones y un ejemplo claro, fue el de las impartidas
al pueblo de Israel para entrar y poseer la tierra prometida “Jehová dijo a Josué: Mira, yo he
entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra…..será
la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente
Rahab la ramera vivirá,……. Pero
vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema,
no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. Mas
toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean
consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová……..los
espías entraron y sacaron a Rahab,……. Y
destruyeron a filo de espada todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres,
jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas,……Y
consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella había” (Josue
6:2-27). A veces pueden parecer extremas;
pero si Dios las da, hay que cumplirlas.
Esto aplica
hoy en todas las áreas de la vida humana; no obstante se cree que no tiene las
mismas implicaciones del pasado y es por esto, que Dios no puede cumplir muchas
de las cosas que nos promete. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho.” (Juan 15:7)
Es
responsabilidad individual exigirse cada vez más en la obediencia, no dormirse
en los pequeños logros y buscar una respuesta que agrade a Dios “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.” (Salmos 19:12). Cada día, debería tener para el creyente,
el propósito de erradicar algún pecado pendiente en su vida y nunca
pensar que se está incurriendo en fanatismo. La excelencia del pianista, sólo
se logra a través de la práctica diaria!
Existen otras
cosas de las cuales el creyente debe sustraerse voluntariamente para cuidar el
corazón de aquel que todavía no entiende el verdadero propósito del evangelio“Todo me
es lícito, pero no todo
conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.” (1Corintios 10:23).
Es evidente que
existe un marcado legalismo en algunas denominaciones; no obstante esta es apenas
otra faceta de la religiosidad que rechaza Dios; que termina por mostrar algo
que no se vive y ahuyenta al incrédulo en vez de confrontarlo.
Dios no
quiere instrucciones ignoradas, a medias o de manera tardía. Hasta cuándo
seguiremos pensando en un Dios lejano, etéreo y ausente de nuestra vida
cotidiana? “he aquí yo
estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:20)
PREGUNTA. Es
tiempo de obedecer, vivir la Palabra y mostrar la diferencia?
MEDITELO
Y DECIDA!
- REFLEXIÓN
BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
