lunes, 18 de junio de 2012

CÓMO LO VEN?


Es usted una persona agradable en su trato con los demás o es un individuo hosco, con el que nadie puede hablar? No sé si usted es creyente o más bien de aquellos que aplazan su encuentro con el señor Jesucristo; pero cualquiera sea el caso, quiero invitarlo a que se mire al espejo y evalúe su actitud frente a las personas que le rodean.
Uno de los grandes retos del hombre a lo largo de la historia, ha sido la comunicación y de la forma como han hablado, mirado o hecho algunos, se han desprendido los grandes logros o tragedias de la humanidad.
Normalmente usted refleja lo que hay en su interior “Porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Mateo 12:34) y la verdad es que poco o nada se puede esperar de aquel que no conoce al autor del amor. porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Romanos 5:5)
Grato sabor encontraremos en un pedazo de pan si le empapamos con miel; pero agrio resultado encontraremos si lo hacemos con vinagre. Elemental, y esto debería desafiar a cada persona en el mundo para ver qué está haciendo de su vida frente al de al lado.
Lo que da qué pensar, es ver cómo personas que aún llamándose cristianas, se comportan como si no lo fueran. Cuesta trabajo, encontrarse aún con personas al interior de la iglesia, a las que les es difícil interactuar con los que son bíblicamente sus hermanos en la fe y su familia en Cristo. Cuando se habla de hermandad, se habla de un saludo afectuoso, de coinonía y compañerismo.
Valdría la pena que estos “hermanos”, dieran una mirada primeramente a su relación con Dios y luego en su interior. Qué grado de intimidad desarrollan con Él, si hacen un devocional diario, si oran con frecuencia, si se nutren regularmente leyendo la Palabra, pues todo apunta a que su relación se remite a un domingo y nada más.  
De lo contrario, veríamos en sus ojos personas en proceso transformación, de sanidad interior, de perdón hacia si mismas y hacia los demás. En general, en una serie de cambios que son únicamente sello en el creyente genuino. el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,  mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22,23)
Si esto ocurre en un sitio, en el cual es tan fácil mostrar amabilidad y cariño como la iglesia, cómo será su desenvolvimiento en el trabajo, en el estudio y en cualquier otra actividad del mundo donde normalmente reina la hostilidad? Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” (Colosenses 4:6)
Queremos invitarlo creyente o no, a que revise cuál es su respuesta hacia el prójimo en las situaciones cotidianas, y de ser aceptable a los ojos de Dios, cuál puede ser su reacción a situaciones atípicas como el insulto, el comportamiento inadecuado del conductor de al lado, o con aquel que nos salta en la fila del banco?.
Todo esto en resumidas, va a revelar cuál es su verdadera identidad y que todo esto lo lleve a pensar antes de hablar en: Cómo respondería el señor Jesús? La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.” (Proverbios 15:1)

RESPUESTA: Cuántas veces sonríe usted al día?

MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –