jueves, 10 de mayo de 2012

HOMOSEXUALES


El tema de la homosexualidad de acuerdo al mundo, tiene tanto de largo como de ancho. Hay un refrán popular que dice, que cada uno cuenta el paseo, según le haya ido; y este es el caso de algo que todos los días crece, poniendo a una gran cantidad de personas en camino al abismo espiritual.
Es importante ver que Dios no rechaza al homosexual o lesbiana como personas según sea el caso; lo que sí repudia enfáticamente el Señor es el pecado. Este es el caso de lo que la Biblia define como sodomía (homosexualidad), de acuerdo al relato presentado en Génesis capítulos 10-13, en el que Dios destruyó con fuego unas ciudades antiguas entregadas a esta clase de pecado.
En el mundo moderno se justifica de varias formas y entre estas podemos citar, la de un trastorno psicológico, una característica genética, una violación o de la inducción a la misma como parte de un comportamiento predeterminado entre otras. Lo cierto es que como vimos, la Biblia la define como pecado “No te echarás con varón como con mujer; es abominación” (Levítico 18:22)
El pecado como tal, es igual para Dios en todas sus manifestaciones. La Biblia lo expresa como una transgresión y es igual mentir que robar, matar que codiciar “Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley” (1 Juan 3:4); pero en lo que tiene que ver con la homosexualidad, lo define como un pecado que afecta al cuerpo que ha sido entregado en calidad de préstamo a nosotros por Dios “Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (1Corintios 6:18,19)
Así y las cosas, la figura del pecado es apenas el comienzo de un proceso en el que una persona por varias razones y especialmente de carácter espiritual, se rehúsa a obedecer a Dios. Puede tener una inclinación a la violencia, al robo o la misma homosexualidad; pero para cualquiera que sea el caso, esta inclinación entra en un proceso de desarrollo del cual la persona tiene el control si obedece lo que dice la palabra de Dios, y esta lo define así “Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres,…..Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” (Romanos 1:26-28) Y así como alguien que nace inclinado o es inducido a la violencia, no está habilitado para matar, tampoco lo es aquel que la tiene hacia el mismo sexo, para ser homosexual.
Vemos que el origen de todo está en el pecado que mora en nosotros “De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo……Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí…Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente….Miserable de mí ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado” (Romanos 7:17-25)
 Quiere decir, que cualquiera está en capacidad de aparatarse de este si acude a Dios. En esta condición, la persona tiene dos opciones: aceptar el justo juicio por su depravación “y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío” (Romanos 1:28), o buscar la única ayuda efectiva que está en Cristo Jesús “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2Corintios 5:17)
La Biblia hace énfasis en que Dios no ha creado una tercera opción (homosexuales) como dicen “creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó (Génesis 1:27) Una persona se convierte en homosexual como producto de su pecado y su decisión “cambiaron la gloria del Dios incorruptible....por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos” (Romanos 1:23,24) Desde el comienzo de la humanidad, Dios ha repudiado esta conducta “No te echarás con varón como con mujer; es abominación” (Levítico 18: 22) ó “…ni haya sodomita de entre los hijos de Israel” (Deuteronomio 23:17)
El perdón y la salvación que este conlleva, están disponibles para todos, llámense adúlteros, mentirosos, ladrones, homosexuales o asesinos; esta es una promesa de Dios y Él cumple “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús….” (1Corintios 6:11)
Lo que sí queda claro es que la desobediencia, tiene terribles consecuencias “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones,  ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1Corintios 6:9,10)
PREGUNTA: Aquí están las dos opciones, cuál escoge usted?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –