Alguna vez
ha pensado en lo divertido que sería, salir con el señor Jesús a una ceremonia
especial o la más cotidiana de las diligencias?. A lo largo de toda la Biblia,
encontramos referencias sobre Él; que van desde la promesa de su venida en el
Antiguo Testamento hasta su futuro venidero como Rey de reyes y Señor de
señores en el Nuevo. Existen relatos sobre su nacimiento, vida familiar, pública, obediencia, viajes, tentación,
sufrimiento, muerte y el regreso a su condición de Dios en la resurrección.
Pero si nos
separamos un poco de la excesiva espiritualización de la Palabra en la que con
frecuencia vemos al creyente, sin perder el respeto que debemos tener por esta
y la vemos de una forma pragmática, encontraremos que usted y yo, nos hubiéramos
gozado al salir con el Señor en persona.
Para esto,
sólo tomaremos algunos de los muchos relatos expuestos en el Nuevo Testamento y
que forman parte de las experiencias de aquellos que compartieron la vida
pública del Señor:
Para
comenzar, que le parece si usted hubiera estado en las bodas de Canaán y en vez
de que se hubiera terminado la reunión por la ausencia de algo para tomar, su
Compañero hubiera convertido todas esas tinajas de agua en vino?. (Juan 2:1-12)
Imagine
salir de día de campo con una gran cantidad
de personas y en vez de correr a
buscar el almuerzo suficiente para todos en los restaurantes de la zona y sus
implicaciones, su Compañero hubiera multiplicado en comida suficiente el
emparedado de jamón y la fruta que usted
llevaba en el morral por si al caso. (Mateo
14:13-21)
Pensemos en
ir a un sepelio como fue el caso de Lázaro para solidarizarnos con la familia,
mostrar nuestro sentimiento de pesar y Aquel que va con nosotros, no solo se
abstiene de hacerlo, sino que levanta al muerto de la misma tumba. (Juan 11:38-44)
Salir en un
bote a navegar en el lago, y en lugar de emplear las tablas para esquiar,
nuestro impredecible Acompañante nos invite a caminar sobre el agua. Dejaríamos
descrestado a más de uno verdad?. (Mateo 14:25-30)
Salir a
comprar algo al supermercado, encontrando de camino a uno de los tantos
necesitados que pululan por las calles. Alguien que no pueda caminar siquiera y Él,
no sólo le da una ayuda, sino que lo pone a caminar sanándolo. (Mateo 9:1-8)
O que ante
la necesidad de pagar los necesarios impuestos, nuestro Acompañante no nos
permitiera sacar el dinero de un cajero, sino ir a buscarlo en la boca de un
pez. (Mateo 17:24-27)
Son tantas y
tan especiales las formas de actuar del señor Jesús, que no nos cansaríamos de asombrarnos
y de paso divertirnos con Sus soluciones frente a las situaciones cotidianas
del ser humano. Ni pensemos en los enredos que se nos harían, al tratar de
explicar a los que nos rodean quién es nuestro maravilloso Acompañante.
La reflexión de hoy, ha sido orientada a
mostrar la palabra de Dios como algo dinámico, que transforma, levanta y
ejecuta “la palabra de Dios es viva y eficaz, y más
cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el
espíritu” (Hebreos
4:12), y no a encasillarla en rutinas y dogmas de falsa
espiritualidad que sólo hace religiosos. Debemos hacerla vida en el día a día y
no un elemento ajeno a nosotros, pues Dios quiere cristianos que realmente lo
sean y no sólo que lo parezcan.
El hombre de
hoy se deja impresionar por un yate, un
carro, una casa, un trabajo, un viaje o cualquier cosa del mundo; pero qué
pensaría si viera a alguien realmente IMPRESIONANTE como el señor Jesús?
PREGUNTA: Se
divirtió imaginándolo?
MEDITELO
Y DECIDA!
- REFLEXIÓN
BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –