jueves, 8 de marzo de 2012

PROPÓSITO DE LA REFORMA

Todavía hoy, es motivo de discusión lo relativo a la sucesión apostólica y lo vemos cuando la iglesia católica romana habla de los hermanos “separados”. La mayoría de la humanidad está al margen de esta discusión centenaria; pero es importante entender el meollo de la reforma.
El argumento católico plantea, la posesión de la sucesión apostólica directa de Pedro. Evento no posible históricamente hablando, pues la adhesión del imperio romano al Cristianismo tuvo lugar casi 300 años después de la muerte de Cristo, tiempo en el cual ya se había perdido el rastro del también sacrificado apóstol.
Es importante ver, que de acuerdo a la Biblia, la cabeza de la iglesia es el mismo Cristo y no ningún hombre “y él (Cristo), es la cabeza del cuerpo que es la iglesia” (Colosenses 1:18) y que ha de llamarse iglesia a la comunidad de creyentes y seguidores de Cristo y no a una institución o un edificio como se hace hasta ahora.
De ahí que ellos creen tener autoridad para interpretar la Escritura, estableciendo un líder supremo en el Papa (El antiguo obispo romano; pero con la autoridad del desaparecido emperador), que dicta doctrina de carácter infalible en un hombre, dando prioridad a sus tradiciones por encima de lo que dice la Palabra. Nada más antibíblico.
Existen otras líneas que reclaman esta autoridad y entre estos se encuentra la Iglesia ortodoxa Oriental que se separó del catolicismo romano en el Gran Cisma del año  1054 D.C. y algunas líneas protestantes, con el único propósito de sustentar sus doctrinas; pero esta autoridad viene únicamente de la Biblia.
También es bíblico este desarrollo de falsas enseñanzas que tarde o temprano terminarían por minar la iglesia dejada por el señor Jesucristo “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis…..” (Mateo 7:15,16) 
La imposición de autoridad y doctrina por parte del catolicismo, la ubican como lo que significa su nombre: Católico=Universal. Entre otros aspectos, esta iglesia universal sigue en sus pretensiones ya muy antiguas, de establecer el ecumenismo, que reza la unión de todos los que dicen seguir a Cristo; pero basada en una comunidad formada por personas que no son verdaderos creyentes nacidos de nuevo, en una prolongación de la antigua y conocida época del “oscurantismo”.
Días antes vimos, como el mitrianismo fue desechado por la supuesta y conveniente conversión del emperador Constantino al cristianismo, ante el desmoronamiento del imperio, dando como resultado por encima de todo la fusión de la iglesia y el estado. Practica aún vigente, fuera de los propósitos bíblicos y que en su momento implicaba, que toda oposición a la llamada iglesia, significaba también una oposición al gobierno romano.
Dios puso dentro de estas filas verdaderos cristianos nacidos de nuevo, unos que murieron en su intento por sacar a la luz lo que ocurría y otros que lo lograron y se enfrentaron  a lo que se había constituido en una clara persecución a las enseñanzas bíblicas. No es nuevo ocultar la Biblia o no permitir su estudio. La Palabra no podía ser leída en el entendido por parte de los religiosos, de que allí está depositada la verdad “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32)
Cualquier intento de pronunciarse en contra de lo instituido significaba la excomunión, la muerte y entre estos encontramos  a Huss en Checoslovaquia, Wycliffe en Inglaterra o Lutero en Alemania. Este Lutero era un monje católico romano, que en el siglo dieciséis desafió la autoridad del Papa, clavando sus 95 tesis contra las enseñanzas del catolicismo romano en la puerta de la catedral de Wittenberg.
Su intención inicial era, proponer una reforma y si que lo fue, pues ante la negativa del Papa a volverse a las prácticas bíblicas, surgió la gran “Reforma Protestante”.
La Reforma Protestante comenzó con la restauración de la autoridad bíblica y entre otros con uno de lo propósitos importantes del señor Jesús: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19,20)
PREGUNTA: “Separados” o más cerca de Cristo?

MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –