martes, 11 de octubre de 2011

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La reacción normal del humano al recibir un regalo, es un momento en gratitud, otro de mostrarlo; pero el final siempre es el de atesorarlo “sus negocios y ganancias serán consagrados a Jehová; no se guardarán ni se atesorarán, porque sus ganancias serán para los que estuvieren delante de Jehová” (Isaías 23:18)
Atesorarlo; pero muy de vez en cuando compartirlo y menos ponerlo a la disposición de los demás. Esto está ligado a la conducta egoísta de la raza humana como parte del amplio espectro de cualidades, dejado por Adán en su caída y esto es claramente rechazado por Dios
Todos los creyentes tienen al menos un don o habilidad de parte Dios “llamó a sus siervos y les entregó sus bienes” (Mateo 25:14); pero de nada sirven, cuando sólo se guardan y no se ponen en acción. Están muertos! Dios quiere que los usemos en sus propósitos, para hacer la diferencia en la vida de los que nos rodean. Él quiere que superemos la barrera de nuestra incapacidad, la de la religiosidad o la del asalariado “tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Corintios 4:7) 
Debemos usar esos talentos que Dios nos ha dado para dar un regalo de fe,  esperanza, bendición y salvación a los demás por generaciones; pero debemos aprovechar cada oportunidad que se nos presente. El relato de los talentos es claro en cuanto al uso de estos; pero lo realmente impactante es el final “Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 25:28)

Dios nunca le va a exigir que haga algo para lo que no ha sido capacitado, y sólo está esperando que haga algo con el talento que se le dio. Dios espera que vaya por que Él mismo va con usted
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9) Para Dios no es importante su esfuerzo personal, lo es, la disposición de su corazón, pues Él es quien lo hace todo.
La invitación en este día, es a ser instrumentos en las manos de Dios y usar los dones recibidos antes de que le sean quitados “Quitadle, pues, el talento y le manden al lugar de los inútiles Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
PREGUNTA: Y usted los está comportamiento, o simplemente los atesora?

MEDITELO Y DECIDA!
REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960