Entre los personajes mencionados en la Biblia, podemos encontrar de todo. Hombres y mujeres con corazones inclinados a la obediencia como es el caso de Abraham o Rut, al pecado como Acab o Herodes, de convicciones fuertes como Josué o Moisés, fluctuantes como Eli o Esaú y hasta traidores como Judas Iscariote; pero hay uno que podríamos considerar caso aparte. Estamos hablando de Pedro.
Pedro era un hombre que por su trasfondo socio-cultural y religioso, se convertía en alguien totalmente impredecible. A veces se veía actuando como un hombre obtuso “Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos aquí; y hagamos tres enramadas” (Marcos 9:5), necio “Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no” (Marcos 14:29) , diligente “Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro” (Lucas 24:12), inquieto “Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron” (Mateo 4:20), ávido de conocimiento “Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos esta parábola” (Mateo 25:15), sabio “….Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador” (Lucas 5:8), sensible “Entonces Pedro se acordó ……Y pensando en esto, lloraba” (Marcos 14:72), claro en lo que había creído “respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos?” (Juan 6:68), cobarde “Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices” (Mateo 26:70), decidido “Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús” (Mateo 14:29), arriesgado “Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas” (Mateo 14:28), igualado e irrespetuoso “Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás” (Juan 13:8) y hasta simpático “Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle” (Mateo 16:22); pero siempre con algo en mente: “Que Jesucristo es el hijo de Dios” “Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo” (Marcos 8:29)
Como quiera que sea, este era un hombre con muchas cosas que mostrar y quién de nosotros no se ve en alguna de estas facetas?
Lo que si es claro, es que Dios nos muestra en Pedro y en cada uno de los personajes históricos que de describen en la Biblia, ejemplos claros de lo que se debe o no hacer.
La enseñanza mostrada a través de este hombre, va a estar orientada a tener un propósito en mente: servir a Cristo como el Hijo de Dios, y que nada debe hacernos fluctuar de este estilo de vida. No importa lo que nos rodee, lo que veamos. Lo que escuchemos y hasta lo que sintamos o nos toque. No importa la persecución que tengamos de parte de la sociedad, de las autoridades y hasta de nuestros núcleo familiar; por que para ellos la vida en Cristo siempre va a ser locura: “el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender” (1 Corintios 2:14)
Debemos tener muy en claro que las cosas por las cuales el Señor nos ha puesto a vivir como sus hijos que somos, no son la que vemos, sino “las que NO se ven”.
PREGUNTA: Con cuál faceta de Pedro se identifica usted más?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
