jueves, 3 de abril de 2025

IMPOTENTE

La Real Academia de la Lengua nos muestra lo que la palabra “impotente” significa y habla de un adjetivo: “Que no tiene capacidad para hacer algo. Me veo impotente para hacer frente al problema”.

Esta es la acepción que se ajusta al triste sentimiento que acompaña a los que de alguna manera nos acercamos al incrédulo para compartirle del Evangelio. Obviamente la encontramos en otros contextos, pero en este caso es algo que duele.

En otro tipo de contextos no es tan notable, pero en este sabemos lo imperativo de transmitir el pensamiento bíblico, como algo que marca y marcará la vida presente y futura del cualquier ser humano.

No sólo se trata de este tiempo de vida, que bueno malo termina muy pronto. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 6:23). Este argumento debería bastar para persuadir o por lo menos inquietar a las personas.

La Palabra de Dios es tan clara, que no hay lugar a dilaciones, dudas o conjeturas que permitan seguir una vida de pecado. Con promesas tan firmes como esta Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna(1 Juan 2:25).

Personalmente y no es el único caso, tengo un amigo con el que hemos compartido más de  45 años de luchas y alegrías. Es una persona con alguna inclinación a las cosas de Dios, pero centrado en una religión no ve más allá.

Tratar de salir de esa enajenación mental en la que ha vivido toda su vida. Su papá era una persona supremamente difícil de temperamento, no obstante un día entregó su vida a Cristo  unos años antes de morir y aspiro a verlo en el cielo.

En este caso y en líneas generales, es un buen elemento, pero nada que entiende a todas sus preguntas respondidas bíblicamente. Obviamente y como creyentes sabemos que este trabajo de persuasión no lo hacemos nosotros.

Lo hace el Señor de manera personal en cada individuo y luego la Palabra es la que se encarga de seguir abriendo camino con el Espíritu Santo; transformando y afirmando al nuevo creyente o simplemente dejando ir al que no es de Su redil.

Es aquí donde la oración se establece como una herramienta clave en este proceso. Esto en razón de que como afirmamos, es Dios mismo el que llama, transforma, establece y no nosotros como Iglesia.

Por lo pronto seguiremos haciendo la tarea, orando y haciendo Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mateo 9:37,38).

Realmente cuesta a veces dimensionar la Gracia de Dios que nos permite entender lo que otros no.

REFLEXIÓN: No siempre hay corazones fértiles para recibir la Palabra!”

REFLEXIONAR ES INHERENTE AL SABIO!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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