viernes, 24 de mayo de 2019

DÓNDE ESTA


En todas y cada una de las actividades del ser humano se está expuesto y lo único que sabemos en cada mañana, es que salimos de casa; pero no si regresamos. El asunto es muy sencillo y de ahí nuestro afán por que más y más conozcan del señor Jesús y sean salvos.
Son miles los que mueren sin Él; el censo de la CIA del año 2013 dice que son unas 154.000 personas las que dejan de respirar diariamente y el porcentaje de creyentes es muy bajo.
El tema que nos ocupa hoy, es en qué o en quién tiene puesta su confianza para ese continuado riesgo del día a día?. El incrédulo y fui uno de ellos, simplemente va, y sólo se ve enfrentado a esta situación cuando asiste a un velorio ajeno o al propio.
Confrontado y momentáneamente, pues al día siguiente ya está como si nada hubiera pasado. Pero hablemos del creyente promedio y preguntemos que tan fuerte es su confianza en ese Dios en el que se supone que ha creído?.
Pensaríamos que solo cree, por que le aseguro que ese creyente promedio se sube en un avión y confía más en los pilotos que van en la cabina, que en el Creador del universo incluido el avión y su tripulación.

Diríamos que no tiene más opciones una vez que está sentado, con su cinturón y la puerta cerrada  a treinta mil  pies de altura qué puede hacer?. Sólo le resta esperar un buen aterrizaje en su destino o el golpe.
 Por la Gracia de Dios y no me mal entienda, he jugado con aviones comerciales por más de treinta años; en diversas actividades, línea, aero taxi, ambulancia, cargueros y puedo decir que no hay experiencia más especial en la carne, que “estar” en los controles de una aeronave que Dios controla valga la redundancia.
Ver apenas parte de la infinita creación de Dios y sentirme como un punto en el horizonte, es suficiente como para saber en quien debo poner mi fe. No en mis limitados conocimientos y habilidades; sino en aquel que lo controla TODO.
En quién confiará usted en su próximo vuelo, en la tripulación o en creador de esta; dónde estará su fe en adelante; en lo visible o en el Invisible que lo ve y decide sobre usted? Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1).
Está usted dispuesto a dar ese paso que implica no sólo creer en Dios, sino creerle a Dios?; tenga en cuenta que esto no sólo aplica para volar, lo hace ir a la oficina, al estudio o al mercado cada día.
REFLEXIÓN:  El paso de creer a creerle es tan largo como su fe lo mande!
REFLEXIONAR SALVA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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