martes, 9 de abril de 2019

SU PRESENCIA



Jesús siempre ha sido y será causa de discordia, enfrentamientos y decisiones en el ser humano. Un personaje como Él no puede pasar desapercibido en ningún lugar del mundo o contexto; el nombre de Jesús siempre será motivo para abrir conversaciones, discusiones, disertaciones, conflictos y por supuesto de rupturas.
De cualquier cosa la gente está dispuesta a hablar menos, de Aquel que es motivo de  preocupación, zozobra o alegría como en el caso del creyente. Cualquier tema puede ser tocado en una visita o mesa familiar, pero cuando alguien se para con una posición bíblica, todo el mundo se pone nervioso.
Los creyentes llevamos y por la Gracia de Dios esa ventaja, ya nada, ni nadie nos preocupa; por lo menos no al punto de quitarnos el sueño como a los que no tienen esperanza. Ésta era la situación en el pasaje que nos acompaña hoy ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales. Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación(Juan 11:47,48).
Es evidente el gran malestar que estaba causando para los políticos y religiosos de ese tiempo; la situación no era fácil en el tanto y cuanto ellos todos, tanto judíos como romanos estaban esperando al mesías; unos para liberación y otros para enfrentarlo.
Los judíos por que estaba profetizado que alguien les daría libertad y los romanos por que ya los zelotes y otros grupos estaban haciendo presión para imponer su radicalismo por una parte y por otra para librar a su pueblo del yugo al que estaban sometidos.
Estos ya habían tenido el control de Jerusalén luego de la primera guerra entre romanos y judíos entre el 66 y el 73; luego los romanos lo retomaron y fue cunado destruyeron el templo. El tema era algo vigente y por esto Caifás y los religiosos decidieron matarle “…nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca” (Juan 11:50).

Obviamente esto estaba bajo el control de Dios y fue Él mismo quien propició estos eventos que terminaron en el sacrificio perfecto de Cristo por la humanidad. No para liberar al pueblo de los romanos; sino para librar a todo el que quiera de la muerte espiritual en que se encuentra.
Los judíos no lo entendieron y no lo entienden todavía; pero dice la Biblia que un día lo harán “…para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra” (Filipenses 2:10).
De ahí la importancia de no dilatar esa decisión, por Aquel que en todo el Nuevo Testamento es motivo de zozobra o de alegría.
REFLEXIÓN: Es indescriptible el fresco que se siente cuando nos decidimos por Jesús!
REFLEXIÓN QUE  CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡COMPARTA DE GRACIA, LO QUE DE GRACIA RECIBE!
Síganos en Twitter:  @ReflexionBi