Uno de los grandes pecados del hombre
es el exceso; en cualquiera de las áreas donde se mire el exceso es responsable
de la caída. No sólo hablamos de personas en particular, lo hemos visto en reinos
poderosos.
Cuando mencionamos gula, siempre la
asociamos con una posterior indigestión; esto nos deja ver claramente que Dios
aun en cosas elementales como la forma de alimentarnos quiere evitarnos
problemas.
El asunto va más allá de un simple abuso
en la comida, es un principio básico que aplica a todo y la parte laboral no es
la excepción. El verso de hoy habla muy claro de éste tema en concreto “También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y
nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis;
y contentaos con vuestro salario” (Lucas
3:14).
No obstante el hombre de hoy no para
de escalar, siempre quiere algo más y esto ha creado un ambiente de
inestabilidad en el ámbito laboral ya bien complicado por si mismo; que sumado
a las políticas de los estados, ya no permiten que el empleado promedio labore
y llegue a su retiro con tranquilidad.
Años atrás, el empleado promedio
empezaba sin tanta formación en una empresa, con el tiempo se formaba, establecía
en un nivel de vida acorde a sus ingresos y tarde o temprano llegaba a su
retiro sin mayor preocupación.
Hoy y luego de recibir cartón sobre
cartón, el profesional no proporciona seguridades para la empresa y viceversa, siempre
está a la búsqueda de una oportunidad o de alguien más barato que les permita a
ambas partes satisfacer otro pecado: la codicia.
Esto en el mejor de los casos, pues la
corrupción que también menciona el pasaje está a la orden del día. Cuando no se
logran esas ambiciosas metas a través de un salario bien ganado, se recurre a
la ilegalidad.
Todo
con tal de satisfacer esas necesidades siempre pendientes por la falta de un
ingrediente que Dios nos invita a desarrollar en otra parte de la Palabra “Pero gran ganancia es la piedad
acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda
nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con
esto“(1 Timoteo 6:6-8).
Cada
principio de vida está escrito en la Biblia, lo que ocurre es que no queremos
obedecer; comenzando con lo más básico como
lo descrito y terminando en lo que realmente definirá nuestro futuro eterno: La
salvación.
REFLEXIÓN: Al hombre de hoy le cuesta
entender la suficiente palabra de Dios!
REFLEXIÓN QUE CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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