Con respecto al significado de las
palabras, nos encontramos con que algunas tienen uno estrictamente definido y
otras con varias acepciones que determinan su utilización; en esta ocasión
queremos hacer notar, que el diccionario no es la última palabra en éste
sentido y veremos el de una muy especial para la humanidad y especialmente para
los creyentes.
Se trata de Jesús; de acuerdo al
buscador google la presenta como una interjección y dice: Se utiliza solo o en expresiones exclamativas como ¡Jesús,
María y José!, que indican asombro, admiración, alegría, disgusto o enfado.
Otra que se dice a una persona que acaba de estornudar como señal de buena
educación y otras que no se ajustan al verdadero significado.
La palabra y en este caso el nombre Jesús tiene
unas implicaciones de un alcance inimagible para la humanidad entera. Tal vez
no para el mundo y de ahí que no se le reconozca como el que realmente es.
Cuando a usted le dicen que Jesús es apenas una
interjección o muletilla del idioma como en la explicación del diccionario, se
convierte en algo intrascendente; pero cuando usted lee la Biblia y lo que allí
dice de Él, el asunto es diferente.
En el libro de Mateo nos encontramos con éste verso
“Y dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21). La
posibilidad de llamar a un niño con éste nombre, no se limita a una
interjección, el tema va mucho más allá de un simple significado.
Un hombre con un
propósito que va más allá de un simple libertador como los que conocemos en la
historia de cualquier país. Los judíos lo esperaban como aquel que los iba a
librar del imperio romano, mientras que su misión está claramente definida en
el verso 21 “…él salvará de sus pecados”.
Es así como dos
versos más adelante lo deja ver como a Dios presente, frente a nosotros y a
nosotros como Su pueblo “He aquí, una virgen
concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, m que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1:23).
Que privilegio que Dios haya puesto su
vista en nosotros y en sus planes no sólo estuviera Israel, sino todos aquellos
que hemos llegado a conformar la Iglesia de ese Jesús, la del Cristo y único
mediador por nuestros pecados.
Es hora y lo ha sido desde hace algo
más de dos mil años, de mirar la letra, las palabras en todas sus formas
llámense verbos, adjetivos, sustantivos, interjecciones y demás, un poco más
allá del significado limitado que le quiere darles el hombre.
De esto dependerá el futuro eterno de
todos y cada uno de los seres humanos; de un deseo profundo de mirar más allá
de sólo decir creo en Dios; sino en un le creo a Dios!
REFLEXIÓN: Un significado mal
entendido puede determinar la diferencia en la eternidad!
REFLEXIÓN QUE CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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