El verso de la reflexión de hoy es bastante interesante, nos muestra cómo hasta
los enemigos de Israel han sido consientes del poder de Dios y lo respetan.
Esto en tiempos de los constantes enfrentamientos que tenía el pueblo del Señor
con aquellos que los rodeaban y aún hoy.
Unos de éstos pueblos eran los
filisteos, hombres de más estatura que los hebreos y por ende mucho más
fuertes. Esto en términos de hombre, pues Dios mismo mostró su Todopoder en
varias oportunidades y es así cómo David derrotó al gigante Goliat, en el
relato de Sansón o Gedeón.
En este verso los filisteos habían
tomado el Arca del Pacto como parte del botín; como todo pueblo idólatra,
creyeron haber obtenido para ellos la razón del triunfo de los hebreos; lejos
estaban de saber que la razón de sus victorias era el mismo Dios y no un
objeto.
No obstante pudieron ver, que por el
contrario la mano de ese Dios desconocido para ellos se había puesto en su
contra. No faltaron los problemas en plagas, enfermedades y otras cosas, que
más temprano que tarde los hizo recapacitar en la forma de devolverla.
Consultaron entre ellos y “…dijeron: Si enviáis el arca del Dios de Israel, no la enviéis vacía,
sino pagadle la expiación; entonces seréis sanos, y conoceréis por qué no se
apartó de vosotros su mano” (1 Samuel 6:3).
No sólo eran
conscientes de la importancia de devolverla, sino de enviarla con presentes
para obtener el favor de ese Dios y salir de la cadena de desgracias. Pensaron
en su pecado, así lo entendieron y reaccionaron en consecuencia con regalos
para obtener el perdón (1 Samuel 6:8)
Es de anotar el
valioso testimonio del Señor que estaba detrás de todo esto en la forma como la
devolvieron; ni el más loco de los campesinos de hoy y conociendo el
comportamiento propio de dos vacas recién paridas, se atrevería a separarlas de
sus crías “Y aquellos hombres lo hicieron así;
tomando dos vacas que criaban, las uncieron al carro, y encerraron en casa sus
becerros” (1 Samuel 6:10).
Todo en esta historia
es extraordinario y nos hace pensar, que si aún hombres rudos e ignorantes de
las cosas de Dios, fueron conscientes de su Todopoder, porqué el mundo y hasta la
iglesia de Cristo se empeña en desobedecerle deliberadamente.
Es tan difícil mantenerse
y crecer en esa santidad que se nos pide en la Palabra?. Que Dios nos ayude a
entender temas tan actuales para el hombre de hoy como lo fueron todos esos
eventos que pasó el pueblo filisteo en su tiempo.
REFLEXIÓN: La Biblia
habla con más claridad que las evidencias!
REFLEXIÓN QUE CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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