Alguna vez se ha encontrado con un asunto
en particular, y del cual luego de leer un documento al respecto logra
dimensionar los alcances del mismo?. En el relato bíblico de hoy en el libro de
Nehemías, nos encontramos al pueblo hebreo reencontrándose con la Palabra.
La ley de Dios entregada a Moisés años
atrás; pero de la que muchos se habían apartado. Es interesante observar cómo
el pueblo se siente afectado frente a la lectura directa de la ley, lejos de
ésta y en pecado.
Eran tiempos, en los que Nehemías y
con el beneplácito del rey Artajerjes comenzaba su regreso con el pueblo a una Jerusalén
destruida y luego de cuatrocientos años de cautiverio. Tiempo de aflicción por
el sometimiento y la destrucción de todo lo que hicieron David y Salomón.
Dice
el relato que el encargado leyó delante del pueblo “Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la
congregación, así de hombres como de mujeres y de todos los que podían
entender…(Nehemías 8:2,3); la frase de “los que podían entender”
es mencionada dos veces en los versos dos y tres.
Vemos que no todos estaban en
capacidad de hacerlo; pero hace énfasis en el encontrarse y comprender el verdadero
alcance de la Palabra “Bendijo
entonces Esdras a Jehová, Dios grande. Y todo el pueblo respondió:!Amén! !Amén!
alzando sus manos; y se humillaron y adoraron a Jehová inclinados a tierra.” (Nehemías 8:6).
En la actualidad son
muy pocos los que se avergüenzan frente a la Biblia o dimensionan de manera
real lo que allí está escrito. Que interesante sería una reacción como la de
los tiempos de Nehemías “Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote
Esdras, escriba, y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el
pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis;
porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley” (Nehemías 8:9).
Si ésta fue la
reacción de los judíos que son el pueblo de Dios y que tarde o temprano habrá
de redimir por su promesa a Abraham, cuál
debería ser la del pueblo gentil (usted, yo y los millones del mundo), que
somos apenas unos injertados en su plan de salvación en Cristo.
Buscar en oración a
Cristo sin subestimar o ignorar su mensaje; postrarse como ése pueblo;
arrepentirse y pedir perdón por todo lo que pasa hoy en el mundo; espero que
usted esté dentro los que entienden.
REFLEXIÓN: Aquel que
siente la Biblia en su corazón siente también a Dios!
REFLEXIÓN QUE CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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