jueves, 28 de abril de 2016

EXPLICACIÓN



En la vida de una persona se dan varios tipos de eventos; los que gustan y nadie quiere perder como la vida cómoda, el éxito, las posesiones  y todo aquello en lo que el mundo pone su mirada. 

Pero cuando Dios nos llama a algún proceso, pueden ser los menos populares.  Enfermedad, pobreza, soledad, escases y hasta la misma muerte; que son aparentemente duros, pero también son los que verdaderamente edifican.

Como  decimos, no son los más apetecidos por el hombre del común y en este proceso de inexplicables hechos, el hombre  o mujer se pregunta porqué, porqué a mi?. Es normal es que esa explicación nunca llegue en esta vida, mientras no aprendamos a entender los propósitos de Dios.

El entendimiento finito del hombre no es el de Dios, los caminos del Señor no son los del mundo y aún para los creyentes muchas veces es difícil a asimilar el tratamiento “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá?” (1 Corintios 2:16). 


El hombre no puede pretender ver lo que Dios ve; su lógica limitada hace que muchas, si no todas las cosas sean hasta absurdas; pero es ahí donde se da espacio a un elemento definitivo.

Este otro elemento es de hecho la puerta, para que muchas cosas sean explicables por un lado y por otro, la forma de empezar a engranar en la lógica de Dios.

Se trata de la fe y aunque ésta no sea la explicación razonable para todo, si nos habilita para ver en Dios a un ser perfecto y sin nuestras limitaciones. A entender que todo en Él, tiene una forma diferente de hacerse y que no necesariamente una línea recta es el camino más corto entre dos puntos.

Dios acostumbra llevarnos por una serie inexplicable de etapas, que tarde o temprano harán que le reconozcamos como el Dios todopoderoso, omnisciente y omnipresente que es (Salmos 37:23). Recordemos  que el Señor no comparte ni su lugar, ni su Gloria con nadie y el hombre tiene una serie de dioses, que hay que destruir primero si se le quiere entender.


REFLEXIÓN: El elemento más importante para entender el proceso, está en la sabiduría de Dios!

REFLEXIÓN QUE  CAMBIA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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