miércoles, 4 de mayo de 2016

ARRAIGADA



Algo que siempre se establece como una barrera entre Dios y el hombre, es la religiosidad. En tiempos del Antiguo Testamento, los pueblos estaban entregados a dioses paganos que impedían una relación con su Creador. Es por esto que Él, apartó a Abraham y quiso hacer de él un pueblo diferente.

Inició un proceso de cero en éste hombre, que tarde o temprano empezó a distorsionarse por la tendencia humana hacia el pecado. Muchos años pasaron hasta entregar las tablas de la ley con Moisés y tratar de organizarlos; pero terminaron por convertir esta ley en religiosidad.

Lo vemos en tiempos de Cristo, cuando primó la religión y los religiosos hipócritas a la presencia del mismo Hijo de Dios. Innumerables reingenierías ha hecho Dios con el hombre, y estamos en una de esas iniciada por Cristo; pero nos resistimos a aceptarla “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Colosenses 2:8).

Un estudio reciente mide comportamientos entre anglosajones y latinos; sobresale el individualismo y la capacidad de cambio. El primero en los anglos está casi en el 90% y en los latinos por el 10; pero en el segundo los anglos están por encima del 80 y los hispanos por el 8.

Ambos están estrechamente ligados y a simple vista se observa como en los Estados Unidos; cuando el anglo está dispuesto a acatar las normas y el hispano a todo responde con un “porqué”; haciendo que el tránsito vehicular por ejemplo, sea más organizado allí que en Latinoamérica.

La reingeniería en una empresa es muy compleja y lo sé de primera mano por mi esposa que es consultora en el tema. Todos persisten en ejecutar el mismo proceso que han hecho por años en vez de optimizar y esto incluye a jefes no importando los títulos o si pierde dinero.

Por comodidad, pereza o simplemente por que no les interesa. Dios lo hace muy fácil para nosotros y sólo espera que creamos en la obra salvadora de su Hijo. Es tan sencillo como decir SI o NO y la Biblia así lo expresa.

Cuando aceptamos a Cristo, el Padre y el Espíritu Santo se encargan del resto; no obstante el hombre persiste en cargar las imágenes que adora o en hacer los rezos estériles, cuyos resultados saltan a la vista. La religiosidad  y esa incapacidad de cambio han llevado, llevan y llevarán a millones a la perdición eterna.


REFLEXIÓN: El cambio siempre estará esperando y más cuando viene de Dios!


REFLEXIÓN QUE  CAMBIA!

- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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