En derechos y deberes se divide el
mundo. Hay un dicho que dice, que “los derechos de uno van hasta donde
comienzan los ajenos” o algo así. Es un ir y venir de aquello que creemos merecer y es el triste
panorama de la generación actual. Creen merecerlo todo!.
Los jóvenes egresados de universidades
privadas, piensan que así como sus padres les han dado el privilegio del
estudio y todos los gastos que esto implica, el empleador está en la
obligación de mantener su estatus de privilegiado y deben considerarse
afortunados por tenerlos como sus ejecutivos.
Los de universidad pública, piensan
que en su calidad de menos afortunados en la sociedad, el papá "estado" está en la
obligación, de proveerle un trabajo y con privilegios; pero en
ninguno de los casos se contemplan los deberes.
Cualquiera sea el caso, el hombre y la mujer
de hoy, ha condicionado su rendimiento en cualquier actividad que desempeñe, a
lo que puede esperar y no a lo que debe dar.
Para
los que conocen de Cristo genuinamente y en su relación con Dios, los “derechos”
no deben pasar de ser un sofisma a expulsar de sus vidas y entender que los
deberes son “todos” frente a Él, al prójimo, la iglesia, la sociedad y el
estado “Porque también Cristo
padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual
no hizo pecado,…sino encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:21-23).
Desde el principio, Dios entregó al hombre
unas normas tendientes a propiciar el bienestar de su creación. El equilibrio
concebido era perfecto; pero tuvo su final con la desobediencia.
Podemos decir que esa pugna entre derechos
y deberes, es la directa consecuencia de la caída. Los derechos basados en el
orgullo del hombre, se han convertido en el caballito de batalla de religiosos,
políticos y el hombre del común, que pide hasta lo que no le es natural.
Los deberes son contemplados, como la
última opción y deben ser exigidos a través de las leyes de los hombres. En la
Biblia hay muchos ejemplos, de esta renuncia y el más destacado es el del mismo
Señor Jesús.
Que nuestro diario vivir en Cristo
apreciado lector, implique entender y vivir con más pasión nuestros “deberes” en todo sentido y
no buscar los derechos de un mundo caído!
REFLEXIÓN: Entre más derechos adquiere
el hombre, más se aleja de sus deberes!
REFLEXIÓN QUE CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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