jueves, 3 de marzo de 2016

TRES DOBLECES



Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto” (Eclesiastés 4:12)

La Biblia es clara cuando habla de un cordón de tres dobleces refiriéndose al matrimonio basado en principios bíblicos. Incluye en este trio irrompible a Dios, al esposo y la esposa como una unión difícil de disolver.

Esto en razón de la importancia del aporte de otro u otros miembros de la familia en el sostenimiento y bienestar de la misma. Algunas veces nos encontramos, con momentos de tristeza o cansancio, que son inevitables en la vida de un ser humano.

Se experimenta cansancio, carga y hasta desesperación en la tarea de liderar, empujar y ministrar a los propios. Este es un problema que vemos en otros escenarios desde cuando Moisés lideraba al pueblo de Dios.

Vale la pena decir que éste no era un pueblo fácil y encontramos como en una visita de su suegro el sacerdote Jetro, éste varón guiado por el Señor le sugiere delegar algunas tareas en personas entendidas para hacerlo.

En todo participaba y cuando Josué hijo de Nun, fue con otros seiscientos mil hombres del ejército para pelear contra los amalecitas, encontramos que la victoria no dependió de la habilidad este hombre para la guerra, sino de que Moisés mantuviera levantados sus brazos con su vara desde el collado.

Cuando Moisés los bajaba, Israel perdía y fue así como Aarón y Ur, debieron ayudarlo a mantener sus brazos arriba para logar la victoria. No sólo debía atender el día a día con los problemas del pueblo, sino que hasta en la guerra debía intervenir (Éxodo 17:11).

Otro ejemplo lo encontramos con Elías, hombre muy usado por Dios y que en su desespero frente a un panorama difícil de persecución, pide al Señor que le quite la vida si ha hallado gracia delante de Él (1 Reyes 19).

Gracias a Dios y como lo afirma la Palabra “si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán” y éste varón fue afirmado en el camino dándole la victoria frente a sus enemigos.

En a familia la esposa exhorta con Palabra, los hijos oran; pero todos deben doblar rodilla. Que privilegio saber y descansar, en que la Palabra se cumple y se seguirá cumpliendo para sacar adelante los propósitos de Dios.

No importando las luchas, mi esposa y mi hijo son de muy grande ayuda. Sus oraciones y corazones dispuestos para hacer la voluntad de Dios son esa oportunidad bíblica de delegar algunas cargas como lo hizo Moisés; pero que la gloria sea sólo para Dios!

 REFLEXIONE Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –

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