jueves, 5 de noviembre de 2015

A QUIÉN SEGUIMOS



“Escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe” (Mateo 23:23)
 

Con frecuencia encontramos que preferimos cumplirle al sistema primero que al principio que lo inspiró. En varios relatos bíblicos encontramos ejemplos y entre otros, el de la importancia de honrar a los padres (Éxodo 20:12) y que cualquiera que los maltrate debe morir (Éxodo 21:15).


Estos dos versos deberían bastar para que nuestra conducta hacia seres tan preciados como ellos fuera la mejor. En los países desarrollados y aún llamados cristianos, hay un total desprecio hacia el adulto mayor y sería interesante confrontarlos con lo que dice Dios.


Si nos remitimos al mandato como tal en una sana relación con Dios, lo indicado es obedecerle a Él antes que a cualquier norma religiosa. En tiempos del Señor Jesús, se tenía más en cuenta lo que decía el hombre que al que dispuso la ley misma.


Cita el señor Jesús con mucha claridad en el pasaje del “corban” (Marcos 7:11), cómo un hombre prefería tener a sus padres en necesidad a incumplir con esta ley. Corban quiere decir ofrenda a Dios, es muy importante dentro de la ley judía; pero dónde esta prioridad?


No se necesita medio centímetro de frente para entender la prioridad en este caso. Sin embargo ésta no solo era una práctica de aquel tiempo, sino que se sigue haciendo y no sólo en lo que tiene que ver con asuntos familiares, sino con los mandamientos básicos de Dios.


El sistema religioso en cualquiera de sus presentaciones prima sobre lo que espera Dios del hombre y vale la pena cuestionar a todos aquellos que siguen a hombres e instarlos a que su relación no sea sólo  con una denominación. 


El cristianismo está demarcado por algo básico y trata de una relación personal con Dios y su hijo Jesucristo; pero pertenecer o identificarse con una confesión religiosa o con un líder en particular no hace salvo a nadie.


Que la tarea sea ver a quién estamos obedeciendo, por que el mañana eterno estará marcado por lo que hagamos hoy.


PREGUNTA: A quién cree y obedece usted?


REFLEXIONE Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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