“Palabra
fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para
salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (1Timoteo 1:15)
En un mundo en el que se le da
crédito sin pensarlo a las campañas
publicitarias, llevando conciencias a aceptar como bueno lo malo, resulta
impensable que no se crea en lo que dice la Biblia. Por estos días en los que
se habla de legalizar la droga, es importante decir que ya suficientes muertos
tenemos con lo que se ha aceptado.
El cigarrillo, el alcohol y una serie
de sustancias que se venden frente a las conciencias cauterizadas de los
gobiernos, no importando cuántos de sus ciudadanos mueran; pero pagan impuesto.
Es triste ver que priman los intereses
particulares a los generales y que no sólo se legisla pensando en unos pocos en
este sentido, sino por la misma destrucción del planeta y sus recursos.
Para no ir tan lejos hay que ver las
campañas con las que se promueve el tabaquismo o el alcoholismo, están llenas
de paisajes paradisiacos en lo que podría llamarse la buena vida; pero su trasfondo
es de una muerte horrenda.
Nunca se muestra un video con unos
pulmones perforados por el cigarrillo o un cadáver decapitado en un accidente
producto de las bebidas alcohólicas. Estamos tan saturados de mentira que poco o nada interesa ya la verdad.
Tanto la verdad como la mentira
traerán sus consecuencias y la apatía es tal que da lo mismo sembrar en
cualquiera de las dos. La Biblia contiene una verdad inmutable que tiene una vigencia
desde la eternidad hasta la eternidad; pero esta sólo cobra sentido en aquellos
que responden al llamado de Dios.
Es más fácil acomodarse a la mentira
que a la verdad; la verdad molesta y es inoportuna al que no mira más allá de este
mundo ficticio. Es más cómodo quedarse con lo que se ve no importando si es
malo, pues al fin y al cabo todo el mundo lo hace.
Es menos incómodo ser aceptado que
rechazado o marginado por hacer la diferencia. El que no sabe para dónde va,
cualquier bus le sirve y la Biblia dice que Jesús va a negar a todo aquel que
le ha negado y por molesto que parezca, es mejor aceptar el rechazo de unos
pocos años que el de la eternidad.
PREGUNTA: Cuál es la verdad de su
vida?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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