“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.” (Efesios 2:12)
En
un mundo tan falto de satisfacción en lo que se hace, y cuando luego de
trabajar por años un hombre se encuentra con que nada valió la pena, la opción
de encontrar una esperanza hace la diferencia. Estudio, trabajo, familia y bienestar al final por la riqueza, un buen retiro o la misma pobreza; pero
siempre sin algo más allá.
Personas
que se desgastan cubriendo deseos materiales o intelectuales. Deseando que sus posesiones
crezcan; acumulan mucho o poco para terminar en vejez, arrumados en una ventana,
a veces con salud y otras sin esta; pero sin ese algo que llena realmente “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.”
(Romanos 1:21).
Ricos
o pobres del mundo; pero sin excepción, con un sentimiento de insaciable espera
por algo que no saben o no quieren saber qué es. La diaria expectativa sobre algo que inexorablemente
viene, que corroe el bienestar o la miseria y no termina.
Es
ahí donde el “creer” hace la diferencia y se torna en “placer”; donde se llenan
todos esos vacíos con los argumentos indubitables de la palabra de
Dios. Cuando la vida adquiere sentido y propósito cualquiera sea la condición
de la persona; todo cambia y la expectativa se vuelve anhelo.
Dios
nos muestra en Su historia desde la creación hasta el fin, y nos llena con un
mensaje de esperanza en su plan de salvación por su hijo Jesucristo. Mensaje
que sana, levanta, transforma, santifica y proyecta personas con un propósito
no solo pasado, sino presente y futuro “Eterno”.
La
invitación es a inclinar su corazón a ese maravilloso Dios que nos creó, que
forma día a día una iglesia para Él, y para la cual tiene todo igualmente
calculado desde la eternidad y hasta la eternidad.
PREGUNTA:
Le gustaría sumarse a los que tienen esperanza?
REFLEXIONE Y DECIDA!
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REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
¡SI EN ALGO LE HA
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