“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a
Dios agradándole con temor y reverencia”
(Hebreos 12:28)
Por
algo más de 20 años he tenido el privilegio de caminar con el Señor, y sólo
ahora Él me ha hecho pensar en Eldon y Costain. Los dos varones que por la
Gracia de Dios me compartieron y guiaron para llegar la los pies de Cristo. He
orado por ellos y lo seguiré haciendo con la gratitud que sólo se puede tener
con aquellos que por la misericordia del Señor me llevaron a la Salvación.
Esta
salvación es algo que no podemos cuantificar si hablamos de que el cielo o el
infierno son por la eternidad. El promedio de vida mundial en la carne es de 75
años; tiempo que para algunos parece interminable debido a su distanciamiento
con Dios y sus consecuencias; pero hablar de una eternidad separados de Dios es
demasiado e intolerable.
La
posibilidad de que Dios use personas para su “Gran Comisión, es algo que
debemos contemplar todos aquellos que nos llamamos hijos de Él. Ser canales de
bendición y multiplicadores en este gran propósito, para conformar la iglesia
de Cristo, debe ser todo un compromiso que a diario debe practicar el creyente.
No
podemos convertirnos en estanques o depósitos en los que solo se almacene la
bendición; debemos compartirla mostrando nuestro amor por el perdido, aún a
costa del rechazo de nuestras familias y amigos. Al fin y al cabo como lo
enseña la Biblia, nuestra obediencia es con Dios y no con hombres. “Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer
a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29)
La
gratitud que tengo en mi corazón con el Señor primeramente es infinita; pero
con estos varones que fueron instrumentos de este propósito va muy lejos. Que
Dios les bendiga!
PREGUNTA:
Recuerda usted quién o quiénes le compartieron de Cristo?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –