jueves, 19 de septiembre de 2013

EL ENCUENTRO



Entonces él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo” (Marcos 8:29)

El encuentro con Dios no es un accidente, ni propiciado por hombre alguno. Cualquiera de estos, el suyo o el mío ha sido parte del perfecto plan de Dios; y es Él quien lo permite en Su voluntad y en Su tiempo.

El caso de Pedro es claro, pues en aquel tiempo no existía la Biblia, evangelistas, radio o televisión cristiana que compartiera de Cristo; no obstante fue él, un iletrado y humilde pescador quien le fue dado emitir esta respuesta: “Tu eres el Cristo”.

Quién más fue si no el Señor mismo, quien da la sabiduría  el que le llamó?. A él y a otros hombres rechazados y estigmatizados por seguir al que los religiosos de la época consideraban un hereje. La verdad no estamos lejos de estas condiciones hoy; pero es sólo Dios quien se ha tomado el trabajo de llamarnos y guardarnos. porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Filipenses 2:13)

Muchas veces Dios arma largos e inimaginables procesos para lograr este encuentro, y es sólo años más tarde, cuando el creyente empieza a armar ese gran rompecabezas que le permitió encontrarse con Cristo, y da las gracias al Creador por tener tanta paciencia.

Es cierto que con algunos trata dentro de circunstancias más complejas; pero el resultado por lo general es el mismo y es que un día digamos también: “Tu eres el Cristo”. Obviamente hay otros muchos que no lo logran  o simplemente desisten en el camino.


PREGUNTA: Recuerda usted su proceso?


 MEDITELO Y DECIDA!

- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –


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