“No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, Que han de ser
sujetados con cabestro y con freno”
(Salmo 32:9)
Dios
nos ha dado entendimiento por encima de toda la creación y hasta nos ha puesto
por administradores de la misma. Concepto diametralmente opuesto al de aquellos
que comparan al hombre con un mono. Este es un claro ejemplo del “no”
entendimiento que conscientemente adoptan algunos, y que prefieren poner su “fe”
en algo utópico en vez de la Palabra de Dios.
La
Biblia nos enseña como vivir y que debemos hacer en todo sentido. Es nuestro
manual de vida en salud, economía, sexualidad, familia, psicología,
administración, paternidad y nos exhorta a no ser como cuadrúpedos sin
entendimiento, que sólo obedecen a sus instintos.
Prefieren
poner su confianza en el relativismo tan difundido en el mundo, que en los
absolutos de Dios. Él dice no matarás, no robaras, no codiciaras y no son
sugerencias; son conceptos con un carácter mandatorio y claro.
Obvio
que nada podemos esperar de aquel que no tiene como principio el temor bien
entendido a Dios “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza” (Proverbios 1:7). Es nuestra opción actuar de acuerdo a estas
directrices; pero sin olvidar que estas son apenas parte de esa salvación, que
el Señor tiene para nosotros en Su hijo Jesús.
PREGUNTA:
Para que usa usted el entendimiento que Dios le dio?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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