“Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová, ya que mi pueblo es
llevado injustamente? Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice Jehová, y continuamente es
blasfemado mi nombre todo el día”
(Isaías 52:5)
Viendo
las noticias de cualquier periódico del mundo, deberíamos sentir vergüenza
delante de Dios. Por lo menos sentir “pena ajena” por el robo, asesinato,
violación, desfalco, corrupción a todo nivel y dentro de esto no escapan los llamados
líderes del mundo.
No
hablamos de todos; pero observamos el cinismo en gobernantes, que llegan a
jactarse de sus malos gobiernos y comportamiento antes y ahora. Días atrás escuchaba sobre uno de los dictadores
de Rusia (llamada en un tiempo U.R.S.S.) y posterior a la caída del imperio. Un
periodista lo entrevistaba años atrás antes de su muerte, y al reconvenirlo por
sus malas practicas le pregunto por qué creía que todavía tenía seguidores?. El
hombre respondió con sarcasmo y prepotencia: “que mientras a las masas se les
de diera comer, ahí las tendría”.
Que
triste concepto del prójimo y su miseria; pero es de anotar que aunque por su
culpa murieron miles de niños, mujeres y hombres; el más miserable de todos era
y será él mismo. Con toda seguridad hoy está y por toda la eternidad, pagando
sus culpas en un lago de fuego.
Hombres
y mujeres que en algún momento el Señor mismo, les permite llegar con un
propósito a puestos de gobierno jugando a ser dioses. Será que no creen que un
día tienen que encontrase con Dios!.
Este
es un juego mortal en el que deberían pensar, pues no importa el cargo, su importancia
o su riqueza; siempre tendrán al Creador por encima de ellos. Tarde o temprano la
misma espada de la justicia que les entregaron para administrar, los alcanzará.
PREGUNTA:
Tiene usted algún cargo de liderazgo en el mundo o en la iglesia?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –