“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios”
(Efesios 2:8)
Cuando
Dios creo a Adán y a Eva en la tierra, les dio autoridad sobre todo y puso a su
disposición cuanto había; pero ellos escogieron dejar deliberadamente esta
condición de comodidad. Entraron en maldición y a sus descendientes les ha
tocado luchar por el pan desde entonces.
Sin
embargo ese mismo Dios y a pesar del pecado, quiere hacer llevadera la vida
para los que quieren seguirle y obedecerle. Las condiciones siguen siendo las
mismas en la tierra; pero Él promete proveer en todo sentido a los que le
buscan.
En
lo que tiene que ver con la parte espiritual, Dios Padre ha provisto un plan de
salvación y lo único que tenemos que hacer es aceptarlo. Dios Hijo ha pagado
con Su sangre por nuestros pecados y un “Si” puede pasarnos de muerte a vida. Dios Espíritu, se encarga de nuestro proceso de santificación desde que
aceptamos al Señor Jesús, hasta que abandonamos nuestros cuerpos.
Qué
más podemos pedir pues todo es gratuito y existe una clara intensión de Dios
por restablecer y mantener una relación
con el hombre; no obstante seguimos dando la espalda al único que realmente nos
pone atención.
Un
día Dios Padre va a cerrar este tiempo de espera por la humanidad, Dios Hijo ya
no va a ser Salvador sino Juez y Dios Espíritu ya no va a tener a quien
santificar.
PREGUNTA:
Y usted va a seguir rechazando a Dios?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –