“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los
hombres en todo lugar, que se arrepientan”
(Hechos 17:30)
Por estos
días y a raíz de la llamada semana santa, estuvimos en una reunión en la que se
comentaba la serie de películas que hay con temas bíblicos. Títulos como Adán y Eva, Los Diez Mandamientos, La Biblia,
José, El Principito, Ben Hur y muchas otras, que gracias a Dios se constituyen
en una herramienta frente a la falta de conocimiento sobre Su palabra.
Independiente
del trabajo realizado por los canales Cristianos, podemos afirmar que esta y la
navidad, son las únicas temporadas del año en que la televisión comercial presenta
algo de edificación. A lo largo del año sólo se ven series
de violencia, novelas y una sobresaturada franja de noticias que en nada ayudan
a la sana formación de la sociedad de hoy.
Volviendo
a la reunión, se siente compasión como lo hizo el señor Jesucristo frente a gente que no
tiene para nada claro la diferencia entre Abraham y Moisés, quién fue Samuel,
David o Ruth y mucho menos el propósito de Dios para la humanidad. Más grave
aún es que a pesar de esa falta de conocimiento, todavía se atreven a defender
una posición de rechazo hacia el Evangelio, dando preferencia a sus tradiciones.
Esto
es apenas parte del trabajo de Satanás a lo largo de la historia, para alejar
al hombre del conocimiento de la verdad bíblica. La religión tradicional nunca estimuló
el estudio de la Biblia, en algún tiempo prohibió su lectura por que en esta dice
que: “…conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32)
Lo
importante de esto es recordar, que la ignorancia no exime de la culpa “Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable” (Nahúm 1:13). No se
trata de distinguir entre uno y otro personaje bíblico, sino de conocer y vivir
el plan de salvación en Cristo.
PREGUNTA:
Alguna vez ha leído usted la Biblia completa?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –