martes, 2 de octubre de 2012

LA PODA



Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto” (Juan 15:1,2)
Cuando vemos una planta frondosa y llena de flores o frutos, es por que su jardinero ha cortado ciertas partes, que le han permitido retoñar y crecer. Este es un tratamiento de vital importancia en su vida, ya que aquellas que no son podadas, se desarrollan de manera lineal y en un raquitismo que las hace poco o nada productivas.
De la misma forma, Dios nos trata y no para en su proceso, hasta lograr de nosotros fruto. Muchas veces es doloroso, así como debe serlo para la planta, perder un pedazo de si. El Señor necesita limpiar nuestras vidas, de todo aquello que impide una relación fluida con Él. Algunas veces serán pequeños vicios o hábitos de los que podemos prescindir sin dificultad; pero en otras ocasiones, debe retirar elementos o personas tan arraigadas a nuestra forma de vida, que pensaremos no lograrlo; pero Él no permite cargas más grandes de las que podemos soportar.
Esto es parte de nuestra experiencia Cristiana y la Biblia dice que nada ni nadie puede estar por delante de Dios en nuestra vida. Nada ni nadie! “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mateo 10:37)
Cualquier cosa que Dios estime como un peligro para nuestro futuro espiritual, será retirado y nuestra confianza debe estar en Sus sabias acciones; siempre tendientes a mostrar su infinito amor por nosotros y habilitarnos para llevarnos un día En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” (Juan 14:2) 
PREGUNTA: Quién o qué puede estar estorbando su relación con Dios?
MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –