“El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.” (Proverbios 14:31)
Las estadísticas aunque importantes, pueden anestesiar
nuestro entendimiento. Si bien los números nos brindan información y pueden
servir de base para buscar soluciones, a veces pueden insensibilizarnos y ver
sólo cifras en vez de personas.
Hace poco leyendo un titular que decía: “Quince millones de personas mueren de hambre por año”, me puse a reflexionar sobre
la necesidad ajena y mi compromiso con esta. Es un dato escalofriante, y para
los que vivimos en culturas de tener lo necesario o en abundancia, es difícil
imaginarlo. En el 2008, casi nueve millones de niños murieron antes de cumplir
cinco años, y una tercera parte de ellos por problemas relacionados con la falta
absoluta de alimento. Son cantidades espantosas; pero son mucho más que números;
son personas creadas por Dios y a las que también ama.
Podemos mostrar el corazón
amoroso del Padre ayudando a suplir las necesidades físicas de la gente.
Salomón escribió en Proverbios 14 sobre la importancia de involucrarnos y contribuir
en hacer la diferencia. Hay muchas formas de lograrlo y como Creyentes tenemos
una tarea aún más importante y es la de tener cuidado de sus almas. Suplir
hambre, sed, vestido o techo es muy importante; pero qué hay de esos millones
que mueren sin Cristo aún con lo necesario?.
Debemos buscar el equilibrio y si es posible, ser
partícipes en la forma de llevar un evangelio acompañado de algo de comer.
Definitivamente los necesitados podrán escuchar con más atención el mensaje de
la Cruz, si su estomago no está crujiendo.
No debemos limitarnos a hacer puro ruido, ofreciendo
oración ante la necesidad del prójimo en una posición cómoda, indiferente y hasta
hipócrita; sino hacer lo que dice la Biblia: “Gozaos con los que se gozan; llorad
con los que lloran” (Romanos 12:15), y “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece
necesidad” (Efesios 4:28)
PREGUNTA: Ha mirado usted alguna vez las personas que
están por detrás de estas cifras?
MEDITELO
Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN
REINA-VALERA 1.960 –