jueves, 13 de septiembre de 2012

PURO RUIDO



 “El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.” (Proverbios 14:31)

Las estadísticas aunque importantes, pueden anestesiar nuestro entendimiento. Si bien los números nos brindan información y pueden servir de base para buscar soluciones, a veces pueden insensibilizarnos y ver sólo cifras en vez  de personas.
Hace poco leyendo un titular que decía: “Quince millones de personas mueren de hambre por año”, me puse a reflexionar sobre la necesidad ajena y mi compromiso con esta. Es un dato escalofriante, y para los que vivimos en culturas de tener lo necesario o en abundancia, es difícil imaginarlo. En el 2008, casi nueve millones de niños murieron antes de cumplir cinco años, y una tercera parte de ellos por problemas relacionados con la falta absoluta de alimento. Son cantidades espantosas; pero son mucho más que números; son personas creadas por Dios y a las que también ama.
Podemos mostrar el corazón amoroso del Padre ayudando a suplir las necesidades físicas de la gente. Salomón escribió en Proverbios 14 sobre la importancia de involucrarnos y contribuir en hacer la diferencia. Hay muchas formas de lograrlo y como Creyentes tenemos una tarea aún más importante y es la de tener cuidado de sus almas. Suplir hambre, sed, vestido o techo es muy importante; pero qué hay de esos millones que mueren sin Cristo aún con lo necesario?.
Debemos buscar el equilibrio y si es posible, ser partícipes en la forma de llevar un evangelio acompañado de algo de comer. Definitivamente los necesitados podrán escuchar con más atención el mensaje de la Cruz, si su estomago no está crujiendo.
No debemos limitarnos a hacer puro ruido, ofreciendo oración ante la necesidad del prójimo en una posición cómoda, indiferente y hasta hipócrita; sino hacer lo que dice la Biblia: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran” (Romanos 12:15), y “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad” (Efesios 4:28)
PREGUNTA: Ha mirado usted alguna vez las personas que están por detrás de estas cifras?

 MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –