“Y el que no se halló
inscrito en el libro de la vida
fue lanzado al lago de fuego.”
(Apocalipsis 20:15)
Para el común de la gente, el libro de la vida o el lago del
fuego, son temas bastante lejanos o sobre los que hay un desconocimiento total
y vale la pena hacer una breve reseña dando claridad.
Después de
la Creación del mundo por parte de Dios, se dio un evento que rompió la
relación del hombre con el Creador. A partir de este momento, dice la Biblia
que el propósito de la vida del hombre en la tierra, no es venir a vivir en la
opulencia o en la pobreza.
Este propósito,
consiste en reconocer esta condición, saber que se está alejado de Dios “Por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios”
(Romanos 3:23), aceptar Su plan de salvación gratuito en Cristo Jesús “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante
la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24) y restaurar
esta relación rota, pasando de ser simplemente criaturas suyas a “hijos”.
Cuando esto se da, dice la Palabra que no solo pasamos a ser
hijos de Dios, sino que quedamos inscritos en el “libro de la vida” “otro libro
fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras” (Apocalipsis 20:12), que podemos vivir
con Él por la eternidad; y que los que no lo están, irán a un sitio descrito
como el “lago de fuego”.
Es muy importante reflexionar
y DIMENSIONAR la palabra eternidad, ya sea para bien o para mal. Miremos lo que
dice La Biblia: “para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día” (2 Pedro 3:8). Si hablamos de que el
hombre vive un promedio de 75 años y que para Dios un día son mil años nuestros;
hablar de una eternidad en términos de Dios y en un sitio descrito como de
tormento, es algo simplemente espantoso.
El que muere inscrito en el libro de la vida, estará con
Dios, y aunque allá no habrá la misma configuración social de hoy en padres,
esposos o hijos, pues habrá perfección en Su presencia; dice la Biblia que en
el subestimado lago de fuego o infierno, sí habrá conciencia de tormento. De
tormento eterno!
Una noche de la semana anterior, caminaba entre una gran
multitud de estas que concurren a las fiestas populares. Pensaba, en que tal
vez el 99% de estas no conocen esta verdad, que no conocen al señor Jesús, que
no figuran en el libro, que irán al lago de fuego y agradecía a Dios por el
favor inmerecido de la salvación.
Dios no quiere gente que le busque por miedo al tormento
eterno, sino por que realmente quieran estar con Él y de ahí la importancia de
cuantificar el sacrificio hecho por el señor Jesús en la cruz por nosotros.
PREGUNTA: Alguna vez ha dimensionado usted realmente esto?
MEDITELO
Y DECIDA!
- REFLEXIÓN
BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
