jueves, 9 de febrero de 2012

PARAR EL TRÁFICO

En el mundo de hoy, el tráfico de las ciudades se ve afectado por un trancón vehicular o hasta por una voluptuosa mujer que cruza la calle. Esto es fiel reflejo de las prioridades que rigen la sociedad de hoy y de su alejamiento de Dios.
Pero cuando pasamos por frente a un anuncio, tal vez de una iglesia o un estadio, en el que se informa o promociona un culto de alabanza y adoración a Dios, nadie se inmuta o muy pocos son los que lo asumen como algo que pueda llamar su atención.


La lógica bíblica esperaría que el tráfico se paralizara, que las gentes se amontonaran emocionadas para tomar nota de la fecha y hora de la actividad, que estas personas se vieran realmente afectadas por la oportunidad de alabar públicamente al Señor; pero la realidad es otra.
Los relatos bíblicos muestra que en la antigüedad, la presencia de Dios ante la comunidad, era algo incomparable, digno de toda alabanza, reverencia, algo de lo que nadie se quería perder y llegaba a ser un evento hasta intimidante “Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego……… Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; sino que os habéis acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo” (Hebreos 12:18-22)
A pesar de nuestra indiferencia y de una relación rota con Dios, Su voluntad permite tener una puerta siempre abierta para nosotros. El Señor está en espera de usted y ha permitido que sin merecerlo, tengamos a nuestra disposición la vida eterna.
La realidad de hoy con el señor Jesucristo, es que sin dejar de ser un evento solemne y de alto respeto, Dios Padre nos ha dado la posibilidad de acceder por Su gracia a algo que no merecemos “por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Romanos 5:2)
Dispongamos nuestro corazón para Dios y que sea Él y nada más lo que paralice el tráfico y la vida de nuestras ciudades.
PREGUNTA: Y a usted que lo paraliza?


MEDITELO Y DECIDA!
- REFLEXIÓN BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 -