miércoles, 2 de enero de 2019

NÚMEROS CONFUSOS


Desde la aplicación de los números en los cálculos matemáticos o algebraicos venidos de oriente, la gente ha tenido dificultades. Ya sea por que no les van las matemáticas, por que no saben administrarlos o por que los cambian de lugar.
Hay una gran diferencia entre un cero a la derecha y un cero a la izquierda y se menciona esto hasta cuando se quiere agredir a alguien de manera verbal: “Usted es un cero a la izquierda”; una frase peyorativa, que degrada y ofende en gran manera.
En el mundo de la política se escucha de todo y los candidatos a algún cargo importante, suelen ofrecer hasta la construcción de  puentes donde no hay ríos. Escuché una anécdota de uno de estos en la que se quería hacer ver como un buen creyente.
Para su desgracia confió la elaboración de sus discursos a un neófito en el tema con el resultado correspondiente. De creyente a incrédulo hay una gran diferencia y sólo aquel que ha estudiado la Palabra, puede con alguna autoridad usarla, pues es más fácil hablarla que vivirla.
En una ocasión este hombre quiso hablar de un verso muy conocido queriendo hablar del valor sacrificial de Dios expresado en el sacrificio de Su Hijo Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). Todo esto para ofrecer a la humanidad un camino.

Lo que encontró impreso en el papel no fue Juan 3:16, sino Juan 16:3 y éste verso habla de algo totalmente diferente  “Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.” (Juan 16:3); hablando de la posibilidad de ser perseguidos y hasta muertos por seguir a Cristo.
Por supuesto que aunque hay mucha relación entre lo que dice una parte de la Biblia con otra hablando del Salvador, pero podemos imaginar lo que pensarían aquellos conocedores de la Biblia escucharon esto.
Obviamente esto pasó inadvertido para el político y su auditorio por que la mayoría de estos no conocen la Palabra; de lo contrario no estarían allí. Risible o no, debemos reflexionar sobre varias cosas: La importancia de leer y conocer la Biblia para no ser engañados por los políticos, la religión, secta o persona; que debemos hablar de lo que conocemos, el cuidado que se debe tener con los números y a quien encargamos nuestras tareas.
La Biblia no es para tomarse a la ligera y crear confusión, es para leerla, estudiarla y lo más importante, para vivirla.
REFLEXIÓN: Una palabra no es necesariamente la Palabra!
REFLEXIÓN QUE  CAMBIA!
- BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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