El verso de hoy nos deja ver cómo
algunos temen y otros no, algunos entienden y otros no, algunos aceptan la
palabra de Dios y otros no. Es cierto
que el Señor está en control de todo lo que ocurre en nuestras vidas; pero da
un espacio para que en últimas, la decisión sea nuestra.
Otra cosa que Dios hace, es endurecer
el corazón de los hombres que necesita emplear para sus propósitos. Cuando el
plan divino requiere exaltar algún evento y que la mano del Señor quede en
evidencia, lo hace con la misma facilidad con que abrió en mar rojo.
Es
interesante que dentro del pueblo egipcio, hubiera hombres que creyeron frente
a las evidencias y obedecieron sus criados y animales, frente a la tragedia que
implicaría el granizo, mientras que el rey se resistía más y más “De los siervos de Faraón, el que tuvo
temor de la palabra de Jehová hizo huir sus criados y su ganado a casa; mas el
que no puso en su corazón la palabra de Jehová, dejó sus criados y sus ganados
en el campo“ (Éxodo 9:20,21).
Así mismo hoy, encontramos personas
que ven de forma palpable la destrucción de la sociedad y el planeta; pero
endurecen sus corazones. Los menos duros muestran su desagrado por lo que
ocurre y aún así no creen.
No solamente tienen la evidencia
bíblica, sino que en las noticias de cada día, los hechos se ajustan cada vez
más a lo escrito en la Palabra. No obstante prefieren aferrarse a una religión
o simplemente negar que lo que ocurre tiene que ver con Dios y su plan.
Triste asunto, si tenemos en cuenta
las consecuencias anunciadas; que como en el caso del granizo que destruyó
cultivos, animales y hombres por su gran tamaño (Éxodo
9:24), lo que viene para la humanidad no es menos trágico e implica la
perdición eterna.
REFLEXIÓN: Siempre hay un momento en
la vida para decidir y ser frio o caliente!
REFLEXIÓN QUE CAMBIA!
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BASADA EN LA VERSIÓN REINA-VALERA 1.960 –
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